¡¡¡Plop!!!/Salvador Echeagaray

El ser humano, para dejar un vicio que le afecta poderosamente, tiene que tocar fondo. Esto es, que su mal hábito lo lleve a una situación extrema y desesperante de la que forzosamente tiene que salir de ella, si no, muere.

Por ejemplo, el vicio del alcohol  pudo haber llevado a alguien a la cárcel, ahí es cuando el adicto toma consciencia y deja la bebida. El otro lugar donde nos puede conducir el vicio, es a la tumba, pero, ahí, ya no hay nada qué hacer.

Así mismo sucede con una sociedad; puede llegar a tocar fondo con sus vicios.

Esta violencia que estamos viviendo, hoy en día, en nuestro país, es un vicio. Este vicio nos llevará a qué, algún día, toquemos fondo y digamos ¡Ya no más!!! 

Bueno, si el caso del niño Emiliano no nos lleva a tocar fondo, ya murió nuestra sociedad.

Le recuerdo que Emiliano, un niño de 11 años, recientemente, murió por defender a su mamá de ser secuestrada, en Paraíso, Tabasco.

Sí, los hampones lo balacearon por que les impidió que ‘levantaran’ a la mujer que le dio la vida. La otra versión es que iban a plagiarlo a él y corrió por lo que le dispararon.

El niño gritaba, desesperadamente, mientras se desangraba en la banqueta: – «No me quiero morir, no me quiero morir’.

La ambulancia tardó más de media hora. Cuando por fin llega a urgencias de un hospital público, no habia lo necesario para atenderlo. Gracias a los mal entendidos ahorros.

Si no tocamos fondo con esto, ya morimos como sociedad y por ende, como país.

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– Profe, ¿copiar en el examen es un vicio?

– ¡Sí!

– Entonces soy un adicto!

¡PLOP!!!