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GUADALAJARA, Jal., 4 de julio de 2021.- Un lugar seguro para vacacionar, en estos momentos de disminución de la pandemia, es la Laguna de Santa María del Oro, en Nayarit. El paisaje incomparable de esta laguna encantadora, que cambia de color según la época del año, recompensa a cualquier pupila exigente. La vista desde el mirador, o la orilla de la laguna, bastaría para hacer de este destino un atractivo deseable en cualquier época del año. Pero Santa María tiene una gran cantidad de esparcimiento para los turistas que la disfrutan.
Para empezar, el lago, aunque profundo, es totalmente seguro para hacer actividades acuáticas, con una temperatura del agua ideal para todo el año. La laguna está ubicada en un cráter volcánico, que cuenta con nacimientos de agua termal y tiene contenidos importantes de minerales que hacen saludable un baño en sus aguas. Rita Navarro Esquivel, socia y directora de Santa María Resort. lo señala con precisión: “La gente que nada en la laguna siente algo diferente, es un agua diferente”. Estos minerales hacen que el agua se purifique sola y tenga una claridad constante.
“Es un lugar verdaderamente mágico”, apunta Rita Navarro, hay muchas actividades que ofrecer al visitante. En materia de ecoturismo y turismo de aventura, se pueden conocer paisajes, como las cascadas cercanas del Real de Acuitapilco, hacer senderismo, ciclismo de montaña, rappel, cañonismo, tirolesa y avistamiento de aves. Álvaro Navarro Esquivel, socio y fundador de Santa María Resort indica que “hay más de 250 especies endémicas de aves que se han en la cuenca de la laguna”.
Además la gastronomía es impresionante. El chicharrón de pescado es el platillo por excelencia, y es francamente imperdible. Pero Santa María del Oro es más que el inolvidable paisaje de la laguna o sus deliciosos platillos. Como destino, ofrece ya una infraestructura apreciable al paseante que espera espacios abiertos y seguros, con habitaciones aisladas entre sí, mucho aire libre y restricciones cuidadosas de su seguridad. Santa María Resort, un hotel con hermosos jardines, alberca, restaurante, bar y atractivas cabañas, es la mejor opción para pasar unos días de relajamiento profundo a la orilla de este mítico cuerpo de agua, que ha generado poéticas leyendas del pueblo huichol.
El concepto de este resort nació por el gusto del lugar de la familia Navarro Esquivel. El espacio escénico de la Laguna era maravilloso, pero carecía de infraestructura. Las opciones de hospedaje eran solamente bungalows y áreas de campamento. Santa María Resort atestiguó un fuerte empuje empresarial que transformó el lugar, de “estar por unas horas para ir a comer”, en un destino turístico, en el que es posible permanecer varios días con total satisfacción. El proyecto se gestó hace 24 años en la mente del visionario Álvaro Navarro Hernández. Su hija Rita relata: “nos llevó a ver una tierra y nos dijo: “quiero que hagamos un hotel aquí, quiero que gente de otros estados conozca la Laguna de Santa María del Oro”. Don Álvaro aterrizaba sus proyectos. Trazó las especies de árboles que deseaba y en base a ellos proyectó las cabañas; vinieron canadienses a capacitar a los constructores locales para construirlas. Todos los insumos llegaban de fuera, en un primer momento, aunque se desarrollaron pronto los proveedores locales. La familia Navarro Esquivel tuvo que abrir brecha: Álvaro, hijo de Don Álvaro, refiere que tuvieron que desarrollar desde gestiones para permisos catastrales, hasta construir una red de agua potable, para surtir al hotel sin mermar a la laguna, y crear así un proyecto sustentable. También se vieron en la necesidad de generar las estrategias de comercialización de la propia laguna, antes de ofrecer los servicios como hotel.
Santa María Resort inició operaciones en semana santa del 2000. A la fecha el hotel oferta 20 unidades: 10 cabañas y 10 habitaciones. Las cabañas se destinan a familias. Cuentan con comedor, sala de estar y dos habitaciones. La cabaña master alberga ocho personas, con sala, comedor, tres recámaras y dos baños.
Las habitaciones son destinadas para parejas. La joya de éstas es la Samao que cuenta con cama king size y jacuzzi interior. Para las parejas el destino se complementa con paquetes que incluyen cenas románticas al pie de la laguna. Para quienes buscan espacios de contacto con la naturaleza, el lugar ofrece retiros de yoga y un salón que puede albergar cursos holísticos. Para los más mundanos, el restaurante-bar, con una vista excepcional, ofrece cocteles, cervezas artesanales y un muy buen servicio de mixología, es decir el arte de mezclar bebidas finas.
Rita Navarro dice que su objetivo es brindar “una experiencia diferente a nuestros huéspedes”, sus hermosos jardines, el contacto con la naturaleza y la belleza de la laguna, se conjugan con actividades acuáticas como kayak y paddle bord, además del servicio de masajes. En este momento se contrajo el mercado de reuniones para empresas, pero ha crecido el de personas que buscan actividades al aire libre, fuera de edificios, pasillos o elevadores, con sana distancia que enmarcan los espacios abiertos, disfrutando de la naturaleza. Personas ávidas de salir que buscan lugares seguros.
Además de los espacios, muy amplios, entre una cabaña y otra, Santa Maria Resort ofrece estrictas medidas de sanitización: por descontado que deben cumplir las regulaciones de la autoridad, a las que suman otras medidas propias, como cuidar al personal, que siempre usa cubrebocas, o emplear protocolos estrictos: sanitizar el equipaje del huésped, las habitaciones después de cada visita y previo a la entrada, varias horas antes del siguiente ocupante, conservar la sana distancia en el restaurante y solicitar a todos entrar con cubrebocas en áreas comunes.
En la próxima planeación de su destino de viaje, considere seriamente a la Laguna de Santa María del Oro, y si decide pernoctar en este paraíso, la opción más recomendable sería Santa María Resort.