
Genio y Figura
En estos tiempos de nuestra historia, última, percibimos, un crecimiento de división nacional. Esta situación es causada, principalmente por los discursos polarizantes, entre los buenos y los malos, los fifís y los chairos, los conservadores y los liberales.
Sin embargo, en todas las épocas nuestra nación, desde la llamada nueva España, hasta nuestros días, algo que la ha unido, es la Virgen de Guadalupe. Antes, de sus apariciones, es casi imposible hablar de unión nacional. Primero, porque no la había. El discurso de que éramos una gran nación antes de la conquista española es tramposo. La verdad es que existían diversas culturas o asentamientos humanos enfrentados entre sí.
Como sabemos, en el centro del país, dominaban los aztecas. Estos sojuzgaban a pueblos circundantes. Ahí tenemos la causa por la cual los tlaxcaltecas, sin pensarlo dos veces, se les unieron a los españoles comandados por Hernán Cortés en su afán de conquistar este territorio.
El discurso de la gran nación es falaz y tramposo. No queremos denostar con esto las cualidades de los pueblos prehispánicos, pero, tampoco, hay que irse al otro extremo de que todo era color de rosa, porque no es cierto.
Había división y enfrentamientos crueles entre las distintas tribus o culturas. La guerra era común. Muchos de los apresados en las disputas eran llevados a las piedras de los sacrificios para ofrecerlos a sus dioses.
La vida en estas tierras, antes de la conquista española, debió haber sido muy complicada, cruel y aterrorizante en muchos aspectos.
Llegan los españoles, logran la conquista en 1521. Nace la Nueva España. Pero, diez años después de la epopeya cortesiana las cosas no parecían ir bien. Empezaba de nuevo la descomposición social, sin embargo, es la aparición de María en su advocación de Guadalupe, la que verdadera, y determinantemente les da unión a estos pueblos. De no haber sido así, difícilmente estaríamos hablando de la Nación Mexicana, hoy en día. También, podemos en ello incluir, a muchos pueblos de América.
Por tanto, es importante ponderar el “fenómeno” Guadalupe como factor de unión nacional. Cuánto más, que nos aflige la violencia, la inseguridad, la impunidad. Hoy en día, se empieza a volver a descomponer (desde la Revolución Mexicana sin dejar de mencionar la causa justa de los cristeros) nuestra paz nacional.
Por ello, la importancia de la Virgen de Guadalupe como factor de unión y de paz. Celebremos pues un aniversario más de sus apariciones, a esta unificadora nacional.