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GUADALAJARA, Jal., 14 de febrero de 2022.- Luego de varios meses de trabajo en campo, ya se encuentra en su fase final la tarea de tramitar la protección legal de la genética de varias especies de pitayas jaliscienses, mismas que se consideran endémicas del territorio estatal.
Este trabajo daría un blindaje jurídico a las variedades Tenamaxtle, Mamey y la pitaya Blanca.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que ya se tiene listo el expediente técnico para su envío a las autoridades federales, concretamente al Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas, por parte de la Sader. Trabajo que ha sido resultado de un convenio de colaboración entre el Instituto Tecnológico de Tlajomulco y la secretaría estatal.
A través de un comunicado, la dependencia estatal explicó lo complejo que ha sido la labor de campo, que ha supuesto múltiples reuniones con productores del municipio de Techaluta, toda vez que, de cada una de los ecotipos, se ha detallado su número de semillas, peso promedio, número de espinas, entre otras características que les confieren su identidad en el aspecto fenotípico, es decir, laapariencia externa.
Está pendiente otro trabajo en más municipios pitayeros, como en el caso de Amacueca, para de igual forma, identificar pitayas que pudieran ser endémicas de Jalisco.
Otro frente de trabajo de la Sader Jalisco, está encaminado a facilitar la propagación de material vegetativo de las pitayas. Para ello se trabaja en el vivero de Clavellinas, municipio de Tuxpan, donde se pretende tener germoplasma de calidad para pitayeros interesados en incrementar sus plantaciones.
La producción pitayera de Jalisco se concentra en un 70 por ciento en las regiones Lagunas y Sur, donde se destacan los municipios de Techaluta, Amacueca, Zacoalco de Torres, Teocuitatlán, Tolimán y Zapotitlán de Vadillo, entre otros.
El registro de ecotipos de pitayas jaliscienses ante el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas tiene la intención de prevenir que en otras partes del país o del mundo se adjudiquen como especies propias.
Al momento los ecotipos que se pretende blindar con el registro del SNICS, son las que llevan los nombres populares de Mamey, Tenamaxtle y Blanca; todas ellas del género Stenocereus. Los ecotipos Tenamaxtle y Mamey suponen tonalidades rojas.