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CHAPALA, Jal., 13 de julio de 2025.- En la misa anual que la Arquidiócesis de Guadalajara realiza desde hace 70 años al inicio del temporal de lluvias, el cardenal José Francisco Robles Ortega llamó a la comunidad a vivir con un horizonte claro, guiado por el amor a Dios y al prójimo, y a atender la palabra de Cristo como camino para alcanzar la vida eterna.
La ceremonia, realizada este domingo a unos pasos del Lago de Chapala, reunió a fieles, autoridades y habitantes en una tradición que une la fe con la esperanza de un buen temporal para el vaso lacustre, el cuerpo de agua más grande de México, fundamental para el abastecimiento de agua potable de la zona metropolitana de Guadalajara.
Durante su homilía, el cardenal recordó la parábola del Buen Samaritano y la enseñanza central del Evangelio: amar a Dios por encima de todo y amar al prójimo como a uno mismo.
Destacó que muchas veces, quienes deberían actuar con compasión pasan de largo, mientras que otros, aunque considerados “ajenos” o “distintos”, son quienes verdaderamente muestran misericordia y amor en la práctica.
Robles Ortega invitó a la comunidad a identificarse con ese samaritano, a ser sensibles y solidarios con quienes sufren y necesitan ayuda, ya sea dentro de la familia, el círculo social o la comunidad en general.
Señaló que la vida eterna y la plenitud están en el amor y la entrega hacia los demás, siguiendo el ejemplo de Jesucristo.
En referencia a la Virgen de Zapopan, la madre amorosa que acompaña desde hace siete décadas esta petición por agua y vida, el cardenal agradeció su presencia maternal y pidió su bendición para que el temporal de lluvias sea abundante, para beneficio del lago, las tierras y la salud de la región.
Finalmente, invitó a los presentes a seguir escuchando y obedeciendo la palabra de Cristo, fuente de luz y vida, que se hace presente también en la Eucaristía.