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GUADALAJARA, Jal., 09 de noviembre.-Abre sus puertas en Guadalajara la Aldea Arcoiris, Casa del Migrante, un albergue con capacidad para 40 personas deportadas o que van de paso desde Sur y Centro América rumbo a Estados Unidos y que puede brindar capacitaciones para el trabajo a cerca de 150, explica su directora, Nimbe González.
«Es un albergue para con nacionales deportados de Estados Unidos y solicitantes de refugio, y les estamos dando acogida y también una escuela de arte y oficio donde ellos se van a poder certificar, los dignificamos e insertamos laboralmente, esa es la misión aquí.»
La Aldea Arcoiris Casa del Migrante, ubicada en El Álamo es más que un refugio para centroamericanos o mexicanos deportados de Estados Unidos, la idea es cambiarles la vida, que logren estudiar para encontrar un trabajo que les permita sacar adelante a su familia, explicó el Padre Florenzo Rigoni quien ha fundado ya 40 de estas casas en todo el país.
“Venía de 10 años de Alemania donde todo estaba organizado, llegar a Tijuana me pareció caer en otro planeta, y después de un momento digo, este es un pueblo agachón, mandilón, llegó aquí a Guadalajara porque acabábamos de empezar, les dije a los compañeros, aquí hay censura.”
El también conocido como Padre Flor María, llegó a México en 1985 desde Italia y fundó la primer casa del Migrante en Tijuana, después fueron Ciudad Juárez y Tapachula donde se quedó durante 20 años; el 13 de diciembre de 2006 fue galardonado por el Gobierno de la República como el Hombre del Año por la Defensa de los Derechos Humanos.
Este albergue cuenta con el apoyo del sector empresarial de Jalisco, sobre todo, Corporativa de Fundaciones, pero también con un grupo de industriales quienes facilitarán la capacitación y una bolsa de trabajo.