
Destacan importancia de atender salud mental de manera multidisciplinaria
GUADALAJARA., 15 de abril de 2025.- La enfermedad de Chagas es una enfermedad transmitida principalmente por vectores a través del contacto con las heces del insecto conocido como chinche besucona, también puede transmitirse por el consumo de alimentos contaminados, por vía congénita, transfusiones de sangre o trasplantes de órganos contaminados. El agente causante es el parásito Trypanosoma cruzi.
A nivel nacional se estudian en promedio tres mil 500 casos sospechosos; en Jalisco, el promedio es de 800 casos sospechosos al año, con una confirmación aproximada del cinco por ciento. En 2024, se confirmaron 34 casos en el estado, por ello la importancia de la vigilancia epidemiológica, explicó la coordinadora de Vectores y Zoonosis del OPD Servicios de Salud Jalisco, Isabel Higuera Torres.
“Desde 2022 se participa junto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades (CENAPRECE) en un plan de intervención intradomiciliar para cortar la cadena de transmisión de esta enfermedad”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 6 millones de personas están infectadas en América Latina. Sin embargo, cerca del 70 por ciento de los casos no han sido diagnosticados, lo que resalta la importancia de la detección oportuna.
Los síntomas se desprenden por fases; en la aguda, se puede detectar el sitio de picadura de la chinche con inflamación o dolor, incluida la inflamación del párpado del ojo.
También se puede presentar miocarditis –inflamación del músculo cardiaco– aguda y/o meningoencefalitis. Sin embargo, en la mayoría de los casos esta etapa es asintomática y solo puede detectarse mediante un análisis de sangre. También está la fase crónica, que puede desarrollarse años después, con daños irreversibles, principalmente a nivel cardíaco y digestivo.
El Plan de Intervención para la Eliminación de la Transmisión Vectorial Intradomiciliaria de la Enfermedad de Chagas en Jalisco, involucra la participación de municipios del interior del estado, considerados como prioritarios por la presencia de la enfermedad.
Las acciones incluyen la búsqueda activa de casos sospechosos en la población, la detección y monitoreo de la presencia de los insectos triatominos, así como el conteo y análisis de ejemplares portadores del parásito Trypanosoma cruzi.
Además, se realizan acciones de control vectorial, que incluyen la aplicación de insecticidas en interiores y alrededores de las viviendas, especialmente en aquellas ubicadas en zonas rurales, donde las condiciones ambientales favorecen la presencia de la chinche besucona.
La vigilancia epidemiológica de esta enfermedad se mantiene activa durante todo el año en las unidades del sector salud del estado.
La chinche besucona o triatomino mide entre 2 y 3 centímetros, tiene cuerpo alargado de color oscuro (negro o café), con marcas rojizas o anaranjadas en los bordes del abdomen. Posee un pico con el que se alimenta de sangre humana o animal.
Ante cualquier sospecha, se recomienda acudir al centro de salud e informar cuando se identifique a la chinche dentro o fuera de casa, o si se presentan los signos agudos de la enfermedad.
En caso de ser picada o picado por una de estas chinches, es necesario asistir al centro de salud más cercano, y de ser posible llevar a la chinche para su identificación.
También se recomienda realizar saneamiento ambiental dentro y fuera de la vivienda, además de evitar la convivencia de los animales en el interior de la casa (construir corrales y gallineros lejos de la vivienda).
Y, por último, notificar al centro de salud para que se realicen actividades de control del vector (aplicación de insecticida intra y peridomiciliario).
En caso de positivo a Chagas, las y los integrantes de la familia, tienen que realizarse un estudio, así como acciones de promoción de la salud.