Tapatío acaricia el título del Apertura 2024
GUADALAJARA, Jal., 15 octubre de 2024.- Raúl Jiménez atraviesa por un gran momento. Esta noche ha dado muestra de ello. De su mano, la Selección Mexicana rompió la racha de cinco años sin vencer a Estados Unidos. El lapidario 2-0 que con tanta algarabía repiten los vecinos del norte se repitió una vez más… pero ahora a favor del equipo que dirige Javier Aguirre. Se necesitaba este resultado. Un tanque de oxígeno para el proyecto.
Era un partido especial por varias circunstancias. Se trataba del Clásico de la Concacaf. Hacía 14 años que el representativo nacional no jugaba en la ciudad de Guadalajara. La última vez, en 2010 y en este mismo estadio, había perdido frente a Ecuador. Y además, se despedía una leyenda del Tricolor, Andrés Guardado, quien partía esta noche como titular.
Las gradas del Akron no se han llenado, pero los boletos se agotaron y la entrada perfectamente se puede catalogar como muy buena. Nada que ver con la de hace 14 años. El arranque del encuentro fue trabado. Dos equipos trabándose y con muchas dificultades ara ejercer dominio. Edson Álvarez tomó un rechace que bajó de pecho y enseguida soltó un disparo que se fue por encima, al ‘14.
Poco después, un momento emotivo, que se quedará en la memoria colectiva por mucho tiempo. El adiós de una leyenda del Tricolor. El cinco veces mundialista, Andrés Guardado, se despidió de la Selección Mexicana después de Qatar 2022, pero hoy volvió para recibir un merecido homenaje. Al minuto 18 se levantó la pizarra. En ella, el número 18. No podía haber un mejor momento.
El Principito recibió el abrazo de todos sus compañeros. Se encaminó hacia la banca. Besó el escudo que por tantos años defendió. Identificado plenamente con los colores rojinegros, recibió una ovación en la casa rojiblanca. Levantó los brazos. Se despidió, ahora sí, del Tricolor. Dejó su lugar a Luis Romo.Y así llegó el final de una era.
En el campo, no tardó México en hacerse sentir. Tiro libre al minuto 21. Raúl Jiménez se paró frente al esférico. El atacante del Fulham de Inglaterra atraviesa por un estupendo momento. Desborda confianza. Es notorio. Por eso, no dudó en atreverse. Zapatazo de pierna derecha. Parábola perfecta. La redonda superó la barrera con facilidad.
Desde que salió de sus botines, el destino de ese balón era muy claro. El vuelo de Matthew Charles Turner sólo sirvió para hacer la estampa aún más bonita. La redonda bajó con elegancia y se anidó en las redes. Golazo. México se ponía en ventaja y la grada explotó de alegría. El atacante corrió hacia la banca. Abrazó al homenajeado de la noche, Andrés Guardado.
A partir de entonces, el resto de la primera parte tuvo mejor cara para el Tricolor. Al ‘27, Raúl Jiménez alcanzó un pase profundo, cargado a la derecha, pero su definición de derecha se fue por un costado.
Más tarde, de nuevo el del Fulham se quedó cerca de un golazo, cuando recibió en la esquina del área, por izquierda, recortó al centro y buscó el ángulo más lejano, pero la bola salió apenas desviada, al ‘36.
A diferencia de otras ocasiones, la Selección Mexicana se fue al descanso entre aplausos. La actuación colectiva era sólida.Y en el plano individual, Raúl Jiménez brillaba con luz propia. Le hacía falta al equipo de Javier Aguirre un medio tiempo como el de esta noche en Guadalajara. Pero todavía quedaba historia por delante, para completar la obra.
Apenas en el arranque del complemento, Raúl Jiménez alcanzó un pase profundo por derecha. Recortó dentro de área. Le quedó larga. La perdió. Pero entonces, realizó una extraordinaria barrida para robar el balón. Le quedó a César Huerta. El Chino se acomodó, a la altura del manchón penal. Disparó raso,de pierna derecha. Superó al guardameta. Gol de Mexico, al ‘48.
De nuevo la figura de Jiménez resultaba clave. Hoy dice con firmeza que está de regreso y en gran momento. Fue el propio 9 quien proyectó al Piojo Roberto Alvarado, quien dentro el área cruzó un disparo que desvió el guardameta, al ‘53. Y un minuto después, otras vez Raúl lanzó un centro que César Huerta cabeceó por encima del travesaño.
Mas tarde, vendría un momento complicado. Alexis Vega se quitó la casaca para entrar de cambio. De acá se fue mal, cuando jugaba para Chivas. La gente no olvida. Retumbó entonces el grito de “¡borracho, borracho!”, en “homenaje” a los escándalos que protagonizó vestido de rojiblanco. El futbolista no pudo con eso y se prendió. Empezó a hacer señas a la tribuna.
Con las manos arengaba, como pidiendo más gritos. Luego, hacía la seña de no escucharlos. Se equivocó y el técnico Javier Aguirre se acercó a la banda para abrazarlo. Trato de tranquilizarlo, instantes antes de que ingresara al campo, al ‘68. Pero ya dentro, siguió “prendido” contra la grada, que de nuevo le gritaba borracho. No dejaba de hacerles señas.
Cada vez que el 10 tomó la redonda, los abucheos se repitieron. La Selección Mexicana hizo varias modificaciones y controló algún intento de reacción por parte de los visitantes. Triunfo de oro para el proyecto. Ante el rival que más le ha dolido perder al Vasco Aguirre (en 2002). Terminó la racha de cinco años sin vencer a Estados Unidos, en el adiós de Andrés Guardado y en una noche pletórica de Raúl Jiménez.