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GUADALAJARA, Jal., 15 de mayo de 2023.- Ser maestro actualmente ya no significa sólo la tarea de enseñar. En un ambiente donde el encierro por la pandemia dejó secuelas de ansiedad y depresión en más del 50 por ciento de niños y adolescentes y donde las nuevas tecnologías y los conflictos económicos, sociales y familiares presentan una realidad diferente a la de hace décadas, los profesores se han convertido en una especie de psicólogos.
Una situación que los ha arrastrado a ellos mismos también, a presentar daños severos en su salud mental al presentar al menos el 60 por ciento de los docentes, problemas de depresión y ansiedad.
Considerado el segundo sector laboral público más importante de Jalisco, seguido de los que se desarrollan en el sector salud (médicos y enfermeras), la plantilla de docentes en Jalisco, suman 127 mil 352 maestras y maestros que atienden a dos millones 283 mil 937 estudiantes en las 15 mil 73 escuelas del estado.
Los maestros sacaron la casta para no paralizar el sistema educativo ante una pandemia que, según docentes que ofrecen su testimonio a Quadratín Jalisco, consideran que 2020 y 2021 fueron dos años prácticamente perdidos desde el punto de vista de la enseñanza y la socialización para los estudiantes.
Una situación que se reflejó sobre todo en áreas rurales de difícil acceso y marginadas de la misma zona conurbada, de difícil acceso donde el internet es “accidentado”, porque señalan los maestros que ahí, las clases a distancia no funcionaban como en la cuidad.
Al igual que médicos y enfermeras, sometidos a horarios y situaciones extremas, seis de cada diez profesores padecen cuadros de ansiedad y depresión y algunos el síndrome de burnout o «síndrome del trabajador quemado» por el estrés laboral que se manifiestan a través del agotamiento físico y mental.
Llegar al salón de clases con una clase preparada, antes era lo normal para una maestra o maestro. Ahora “tenemos que tener las antenas bien paradas”, porque hay que detectar qué traen los niños, señala la maestra Gaby para Quadratín Jalisco.
Ella es docente de primero de secundaria, y tres días por semana hace una hora de camino rumbo al plantel donde ofrece las materias de Geografía e Historia a la orilla de Tlajomulco.
Señala que hay que detectar los “focos rojos” de cuando un alumno llega sin alimento en el estómago, con algún golpe en la cara e incluso drogado o deprimido.
“Hay estudiantes que de plano ya no aguantan y se me acercan a contarme la pelea que tuvieron un día antes con su papá, su padrastro, con su hermano o con su tío, y no se diga los problemas económicos”.
“Tenemos una gran responsabilidad, porque los directivos nos piden que, al menor síntoma o señal, tenemos que detectar qué niño trae algún problema para canalizarlo, y además, detectar los casos de bullying, que han aumentado”.
Según la investigadora del departamento de Clínicas de Salud Mental de la Universidad de Guadalajara, Mercedes Gabriela Orozco Solís, la labor de los docentes registran una actividad altamente demandante en todos los aspectos: físico, mental y emocional.
Esta situación provoca que más de la mitad de ellos sufran de estrés y ansiedad, e incluso algunos de ellos desarrollen el síndrome de burnout. Ella estima que a este extremo llegan entre el 20 y 30 por ciento de los docentes.
La especialista asegura que el estrés, comparado con los que dan clases en primaria, se presenta más en maestros de nivel secundaria, donde hay planteles que llega a registrar en lo individual hasta 80 por ciento de casos de estrés y ansiedad en maestros por la incógnita de no saber cómo manejar muchos de los casos de alumnos.
Es urgente que el sistema educativo apueste por la salud mental de los maestros, no sólo al nivel de capacitación o enseñanza hacia ellos, si no también, en talleres de cómo manejar el estrés y practicar la resiliencia, además de fortalecer las condiciones organizacionales para ellos, opinó Orozco Solís.
De esta manera se mejorarían las acciones en favor del magisterio, que además de buenos salarios, prestaciones y estabilidad laboral –dijo- merecen también mejorar en su salud mental.
Según el Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG) de Jalisco en el ciclo escolar 2022- 2023, hay 127 mil 352 maestras y maestros que atienden a dos millones 283 mil 937 estudiantes en las 15 mil 73 escuelas del estado.
El 26.7 por ciento, es decir, 34 mil 016 laboran en primarias, 22.5 (28 mil 684) en secundaria y el 22.5 (28,597) en educación superior, 12.9 (16,456) en media superior, 11.5 (14,699) en preescolar, 2 por ciento (2,527) en educación inicial y el 1.9 (2,373) trabajan en educación especial.