Rubén Rocha no está solo, tiene respaldo de Federación y Morena: Alcalde
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de agosto de 2022.- Hay adversarios internos y de la oposición que no están de acuerdo que José Narro Céspedes presida la Mesa Directiva del Senado en el próximo periodo ordinario de sesiones, advierte el propio senador de Morena.
En entrevista con Quadratín México, el morenista se defiende y deslinda de toda relación con el caso de dos marinos escoltas desaparecidos que le asignó la alcaldesa de Acapulco.
“Puede que hayan desaparecido, pero nosotros no tenemos nada que ver”, dice el senador al tiempo de advertir que este caso lo usan sus adversarios como un instrumento para hacerle guerra sucia, con el fin de que no llegue a la Presidencia a la Mesa Directiva del Senado.
“Siempre que hay elecciones, siempre que hay movimientos en los cargos o en las responsabilidades, hay guerra sucia. Hay sectores que no quieren que lleguemos nosotros y esto es parte de la guerra sucia de un tema donde nosotros no tenemos nada que ver”, reitera con vehemencia.
Aunque fueron los diputados del Grupo Parlamentario del PRI los que pidieron a la Fiscalía Especializada en la Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de Personas, la máxima diligencia en el ejercicio de sus funciones, así como redoblar esfuerzos en la búsqueda y presentación de Óscar Manuel González Andrade y Victoriano Rodríguez Zurita, elementos de las fuerzas armadas de la Marina de México, el morenista refuta que hay coalición de intereses.
En marzo pasado, el senador José Narro Céspedes solicitó a la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, “personal armado vestido de civil” para que lo cuidara entre el 3 y el 6 de marzo, durante su asistencia a un evento relacionado con la realización del proceso de Revocación de Mandato.
Los priistas consideran necesario que Narro Céspedes, López Rodríguez y Maximiliano Serrano Pérez, recientemente relevado de su cargo como secretario de Seguridad Pública del puerto, esclarezcan los hechos, ante la información poco clara y contradictoria.
El vicepresidente de la Mesa Directiva señala que ahora lo mismo sucede con sus denuncias sobre que el presupuesto del Senado aumentó y a pesar de los recortes a senadores, no se regresan recursos a la Tesorería de la Federación. Por ello pide una verdadera austeridad republicana.
“Debe de haber una verdadera política de austeridad en el Senado y que pasáramos —como dice el Presidente— de la austeridad republicana a la franciscana”, dice con convicción.
Narro Céspedes abundará este jueves en conferencia de prensa las denuncias sobre la falta de austeridad en el Senado, de transparentar y hacer que la Cámara Alta entre en esta lógica sin demeritar las condiciones del trabajo legislativo de los senadores.
“¿Cómo evito que aquella persona no llegue a la Mesa?”, lanza el cuestionamiento que él mismo se responde: “pues la trato de demeritar, la trato de meterle cuestionamientos, de desacreditarlo, de atacarlo, de meter duda sobre su actuación y valores morales y éticos”.
Senado como interlocutor entre Pueblo y Ejecutivo federal: Narro Céspedes
“Yo no tengo una disputa con el senador Alejandro Armenta, yo respeto la aspiración que él tiene; yo he expresado la mía. Estamos convencidos que vamos a terminar unidos. No va haber fracturas, Morena se va a mantener unida”, afirma en el marco del proceso de elección del órgano directivo.
Como aspirante a Presidente del Senado tiene claro que lo importante es actuar juntos, sin divisiones, en aras de caminar sobre el eje conductor que los lleve a mantener y lograr el proyecto de la Cuarta Transformación.
Como en todo ejercicio democrático y de participación ciudadana, arguye que siempre hay debate, discusión y ánimos exacerbados, “no somos un proyecto único sino que suma de la diversidad”.
Confía en que el coordinador parlamentario de Morena, Ricardo Monreal, al final los llevará a mantenerlos unidos en torno al proyecto que viene desde el inquilino del Palacio Nacional.
Entre su proyecto para dirigir el rumbo que tomará el Senado, Narro Céspedes ambiciona en fortalecer el trabajo parlamentario y legislativo, así como la relación con la ciudadanía.
“Necesitamos abrir el Senado al Pueblo, que deje de ser un nicho o una caja de cristal alejada de la gente. Necesitamos un Senado que esté anclado con el Pueblo que sea parte de ese Pueblo para que los senadores realmente representen el deseo de transformación y de cambio”.
Su proyecto aspira a democratizar además las condiciones del trabajo parlamentario de los senadores, así como de su promoción en los medios de comunicación, en la opinión pública y en contacto con su electorado.
“Al final todos nos debemos a la gente que votó por nosotros y debemos actuar en un esquema de ‘feedback’ para informar a los ciudadanos de lo que se está trabajando en su beneficio, pero también que los legisladores puedan recibir, demandas, planteamientos, propuestas de parte de la gente”, enfatiza.
De presidir el órgano directivo del Senado de la República, proyecta que los senadores tienen que recorrer sus estados, escuchar a la gente y participar más en los parlamentos abiertos, como en las reformas constitucionales prioritarias: la político electoral y a la Guardia Nacional.
Y ambiciona “darle vida” al Senado a través de la interlocución entre el Pueblo y el Ejecutivo federal, un papel que considera importante en la sociedad.