La Ahogada, el que la prueba se pica
EL ESPACIO
¿Qué es el espacio? ¿Cómo lo definiría estimado lector?
Continuamente estamos hablando de espacio o del espacio. – Que en mi closet, ya no tengo espacio. – -Que ya no hay espacio para ti en mi corazón. – – ¿Con cuántas personas se llena el espacio del Zócalo? – Siempre recurrimos al término, espacio. Pero, cuando se trata de definirlo entramos en problemas.
Algunos dicen que el espacio es donde estamos, lo que “ocupan” nuestros cuerpos, donde nos movemos, o todo lo que existe, los planetas, las galaxias.
Pero ¿cómo lo definimos? Recurramos a la filosofía. Para Demócrito, filósofo del siglo IV a. C., el espacio, era “la nada, el no ser”. Para Descartes (s. XVII d. C.) el espacio era “la extensión de los cuerpos”.
Por su parte, Newton decía que el espacio es independiente de los cuerpos, absoluto. Y así hay otros pensadores que teorizaron sobre el espacio. Como los geómetras en la antigua Grecia, en los que algunos dan, como Euclides, definiciones muy acertadas por ejemplo que el espacio tiene tres dimensiones: longitud, anchura y profundidad. En esto está de acuerdo Einstein, pero le agrega otro elemento: el tiempo.
Sin embargo, una definición filosófica y racional de espacio nos la dio el gran filósofo de la antigüedad, Aristóteles, al decir que el espacio es “la relación de distancia entre los cuerpos y los puntos de un mismo cuerpo”. Esto quiere decir que el espacio es lo que separa a los cuerpos y lo que los cuerpos, en su misma dimensión, ocupan.
Por lo tanto, el espacio está en relación con los cuerpos. Entonces, en el Universo hay cuerpos, que son los planetas, los sistemas solares, las galaxias etc. Así sabemos hasta dónde llega el universo: hasta donde está el último cuerpo. Pero, como el universo se sigue expandiendo, va creciendo y, en este instante, en que Ud. lee esto, ya va a una medida inverosímil, inconmensurable, impresionante.
El asunto aquí es, ¿sobre qué se expande el Universo? Entonces, ¿hay otro espacio?
– De qué escribiste hoy. –
– Del espacio. –
– Ah, por cierto hay que comprar un colchón King size. –
– ¿Para qué? –
– ¡Para que no invadas mi espacio! –
¡¡¡PLOP!!!