¡¡¡PLOP!!!
Las oposiciones están más divididas de lo que parece. El origen es la incapacidad para entenderse más allá de los estrechos intereses y perspectivas de quienes las dirigen. Es el problema de siempre, la partidocracia, esto es, una oligarquía que se asume permanente y dueña del destino del partido. Lo mismo ocurre con los partidos negocio que con las organizaciones con representatividad. El sentido de oportunidad debiera llevarlos a su profunda transformación. No parecen entender que la clave está en el descontento y la esperanza que requieren representar.
El PAN es el partido más fuerte y con mayor capacidad canalizar el rechazo social al régimen; sin embargo, quienes le encabezan no advierten la magnitud del reto ni de la oportunidad. La confusión les hace comer de la mano de Alejandro Moreno y Rubén Moreira. A ellos se debe el convalidar con la abstención de los diputados la designación de tres representantes de la Cámara claramente parciales en el Comité Técnico Evaluador para la selección de los consejeros electorales, ingenuidad de unos, perfidia de otros.
Marko Cortés se resiste a la hipótesis de que los dirigentes del PRI estarían dispuestos a romper con el bloque opositor, incluso a formar parte de la alianza de Morena con miras a la elección de 2024. No entiende que, a diferencia de él, quienes dirigen al PRI buscan opciones a la medida de sus intereses y ambiciones personales. Así lo han hecho siempre.
El tema de ruptura está a la vista. Moreno y Moreira hicieron creer a Marko Cortés que, a cambio del apoyo del PAN para el Estado de México y Coahuila su partido determinaría la elección del candidato presidencial y el de la Ciudad de México. Cada uno entendió lo que quiso. En el PRI que el PAN propondría una fórmula negociada de designación cupular de candidatos; los del PAN que les correspondería a ellos designarlos entre los suyos, con la modalidad estatutaria a definir por su consejo nacional. La discordia está sembrada. El PAN resolvería irse por su cuenta y el PRI a aliarse con Morena. MC buscaría un candidato presidencial competitivo. El PRD el necesario aval para que el PAN representa algo más que así mismo.
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