![](https://jalisco.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/IMG_5948-107x70.jpeg)
Canelo Álvarez me esquivó: confirma Jake Paul cancelación de la pelea
GUADALAJARA, Jal., 6 de enero de 2021.- Para entender lo bien que por momentos jugó el Barcelona este miércoles, en la victoria por 3-2 frente al Athletic de Bilbao, basta con ver la sonrisa de Lionel Messi.
El astro argentino tuvo una actuación brillante, en la que se le vio disfrutar del futbol constantemente y aportó dos goles para el triunfo del cuadro azulgrana en patio ajeno.
El encuentro parecía cuesta arriba, pues apenas al minuto dos, el conjunto local recuperó la pelota y lanzó un contragolpe letal. El pelotazo largo le permitió a Iñaki Wiliams escapar, cargado al costado izquierdo, para entrar al área. Hizo un gran recorte sobre el francés Clément Lenglet y enseguida definió por abajo, con pierna derecha para vencer al alemán Marc-André Ter Stegen.
Pero lejos de hundirse, el Barcelona recordó entonces lo mejor de su futbol. Comenzaron a aparecer las triangulaciones que vuelven loca a cualquier defensa. Primero, de Lionel Messi para Antoine Griezmann y del francés a Sergiño Dest, quien sacó un disparo que tapó el arquero Unai Simón, al ‘6. Seis minutos después, el portero tiene otra gran intervención, a tiro lejano de Ousmane Dembéle.
El cuadro azulgrana insistía al frente. Lionel Messi levantó la mirada y lanzó un servicio elevado. Unai Simón se equivocó de fea forma: salió, dejó desprotegido su arco y se quedó atorado. Frenkie de Jong aprovechó y con la pierna derecha metió el balón al centro. Pedri solamente tuvo que empujar con la cabeza el esférico a las redes para el 1-1, al minuto 13.
Antes de acabar la primera parte, el cuadro visitante reflejó en el marcador la superioridad que expresaba en el campo. Lionel Messi tocó profundo para Pedri. El joven de 18 años hizo una genialidad: controló, aguantó y luego devolvió con un taconazo genial al argentino. El arquero quedó nuevamente muy mal colocado y el astro sudamericano solamente tuvo que empujar el 2-1, al ‘38.
Para la segunda parte, el brillo del Barcelona apareció de nuevo. Lionel Messi entró al área, tras un pase frontal de Frenkie de Jong y definió por abajo, directo a las redes. Pero el tanto se anuló por fuera de lugar, al ‘52. Seis minutos más tarde, de nuevo el argentino apareció con un zurdazo imposible para el guardameta, pero la pelota pegó en el poste.
El genio de Messi lució nuevamente en San Mamés. Dentro del área, el francés Antoine Griezmann levantó la mirada y metió un toque suave, al espacio donde entró Lionel. El remate de zurda, tal como venía la redonda, pegó en el travesaño antes de entrar al arco. El mejor futbolista del mundo lo hace con tanta precisión, que lo hace ver fácil, pero fue un extraordinario golpeo de balón para el 3-1, al minuto 62.
Messi todavía tuvo otro disparo al poste, al minuto 71. Y en la recta final, se equivocó: el argentino tocó mal la pelota en campo propio y se la entregó a Alex Berenguer, quien cedió para Iker Muniain, cuya definición de primera intención terminó en las redes para el 3-2 definitivo al ‘89. Una demostración de que los genios también fallan.
Pero a pesar de eso, el Barcelona se fue de San Mamés con los tres puntos en la bolsa. Lionel Messi terminó sonriendo, como hace tiempo no se le veía. Igual el técnico holandés Ronald Koeman, quien respira tranquilo después de lo que vio este miércoles.
El cuadro catalán ya tercero en La Liga de España, con 31 puntos, mientras que el Athletic de Bilbao se quedó en noveno, con 21 unidades.