El futbol ha sido cruel e injusto: Arturo Ortega
GUADALAJARA, Jal., 11 de julio de 2021.- Gianluigi Donnarumma se puso el traje de héroe en la tanda de penales. Atajó dos disparos y le dio a Italia la segunda Eurocopa de su historia, tras vencer a Inglaterra en la gran Final por 3-2 tras el 1-1 en 120 minutos de juego.
Sobre el mítico césped de Wembley, la gloria fue para el conjunto Azzurri que no se coronaba en este torneo desde 1968. Para el conjunto local, la espera de su primer título continental tendrá que seguir esperando.
En el arranque del encuentro, el cuadro local apostó a jugar con línea de tres en el fondo para permitir que sus laterales fueran constantemente al frente. Y le dio resultado de inmediato. No se cumplían todavía los dos minutos cuando Kieran Tripper, por derecha, levantó la mirada y lanzó un centro pasado a segundo poste. Por izquierda apareció el otro lateral, Luke Shaw, para rematar de botepronto. El zurdazo entró pegado al poste.
Explotó muy pronto la repleta tribuna de Wembley, que tuvo incluso aficionados que entraron dando “portazo” pues no tenían boletos, según reportes previos al arranque del encuentro. La impresionante racha italiana de 33 partidos sin perder estaba en peligro desde el arranque del encuentro. Su última derrota fue el 10 de septiembre de 2018, ante Portugal (1-0).
Con la ventaja, el cuadro inglés expuso sobre el césped una de sus mayores virtudes: el orden defensivo. A este partido llegaba con solamente un gol recibido y fue de tiro libre. Cerrar los espacios es algo que hace con pulcritud y eso poco a poco fue desesperando a Italia, que no encontraba cómo generar peligro.
Por eso, en la banca Roberto Mancini no dejaba de gritar y en la cancha sus jugadores batallaban para tocar la puerta. Al minuto 27, al no encontrar cómo aproximarse, Lorenzo Insigne lanzó un disparo lejano. El derechazo se fue por un costado. Italia presionaba bien e impedía embates del rival, pero al frente simplemente no encontraba la forma.
Ante la dificultad para entrar de forma colectiva, el esfuerzo individual tenía especial relevancia para la escuadra Azzurri. Federico Chiesa tomó el esférico desde la derecha y comenzó la carrera hacia el centro. Avanzó hasta encarar a la defensa y desde fuera del área sacó un zurdazo potente, raso. Jordan Pickford no tenía posibilidad de llegar, pero el balón pasó por un lado, al ‘34.
En el arranque del segundo tiempo, Italia asumió la obligación de ir en busca del empate. Lorenzo Insigne fue el más insistente al frente durante los primeros minutos: primero cobró un tiro libre desde la media luna qué pasó a centímetros del travesaño, al ‘50 y más tarde tomó un rebote en el área para sacar enseguida un zurdazo potente que Jordan Pickford tapó a dos manos, al ‘56.
Los embates fueron aumentando en peligrosidad. Federico Chiesa hizo una gran conducción, con la pelota pegada al pie. Dentro del área, eludió rivales con un par de amagues, mientras recorría hacia el centro. Finalmente, soltó un disparo raso de pierna derecha. El esférico buscaba el ángulo inferior, pero Jordan Pickford se lanzó a su izquierda y con una mano hizo un atajadón, al ‘61.
Continuó el asedio italiano y al ‘66 vino un tiro de esquina desde el costado derecho. El centro fue a primer poste, donde hubo una peinada. Apareció Marco Verratti para rematar y sobre la línea hizo otra gran atajada Jordan Pickford. El rebote pegó en el poste y Leonardo Bonucci estuvo atento al rebote para empujar el balón al fondo de las redes el 1-1.
El momento anímico se inclinó entonces hacia la escuadra Azzurri, que buscó aprovechar eso y no dejó de atacar. Inglaterra tuvo que cambiar incluso su esquema táctico para tratar de equilibrar el encuentro. El juego se cargó de tensión en la recta final, pues nadie quería ceder nada sobre el terreno de juego. Así, el tiempo se diluyó hasta el silbatazo que mandó el partido por el título a tiempos extra.
En el agregado, Italia trató de generar en busca del gol que les diera el título de Europa. Al minuto 102, Emerson desbordó por el costado izquierdo. Tras superar la marca, echó vistazo al área y mandó un servicio a primer poste. Federico Bernardeschi no logró conectar y Jordan Pickford mostró reflejos para desviar el esférico.
Para el segundo tiempo extra, la tensión alcanzó un altísimo nivel: si bien ambos deseaban ganar, también existía el temor de perder. Arrancaba el último lapso cuando Federico Bernardeschi sacó un disparo potente, que Pickford tapó con dificultades en primera instancia y atrapó con seguridad enseguida, al ‘106. El nerviosismo siguió presente en Wembley hasta el silbatazo final.
El título de la Eurocopa tuvo que definirse en tanda de penales apenas por segunda vez en la historia. Italia abrió la definición con gol de Domenico Berardi. Lo empató Harry Kane enseguida. Vino Andrea Belotti a cobrar con pierna derecha, Jordan Pickford adivinó y tapó lanzándose a la izquierda. Inglaterra parecía tener todo a favor.
Anotaron enseguida Harry Maguire por los locales y Leonardo Bonucci por los visitantes. Pero Marcus Rashford falló con un disparo de pierna derecha, cruzado y raso, que ya había engañado al arquero, pero se estrelló en la base del poste. Federico Bernardeschi puso el 3-2 con un disparo de zurda por el centro.
Jadon Sancho cobró enseguida y Gianluigi Donnarumma adivinó, se tendió a su izquierda para tapar. Inglaterra estaba contra la pared, pues si Jorginho anotaba, se acababa la historia, pero Jordan Pickford le atajó el penal. El joven Bukayo Saka se paró frente al manchó con la obligación de anotar el quinto disparo británico para estirar la definición, pero Gianluigi Donnarumma le adivinó el disparo y le tapó para darle el título a Italia.