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GUADALAJARA, Jal,. 16 de abril de 2021.- El mítico forjador de boxeadores, José Chepo Reynoso es uno de los más reconocidos en el ámbito deportivo, teniendo como uno de sus diamantes más preciados, el llevar de la mano a Saúl Canelo Álvarez para que se convirtiera en toda una leyenda del mundo de los puños.
José Reynoso expresa en exclusiva para Quadratín Jalisco el cómo ha sido ese camino, descubriendo talentos que han dejado huella en el ring, baluartes que han salido de su gimnasio, lo cual lo llena de orgullo y satisfacción.
¿Cómo ha sido el forjar grandes peleadores tan exitosos y que trasciendan a nivel mundial?
Más que nada es trabajar y trabajar, por el amor al boxeo hemos trabajado bien y Dios nos ha ayudado y bendecido y hemos llegado hasta dónde estamos y creo que es importante lo que hemos hecho: campeones mundiales y más que nada un Saúl Álvarez que hoy por hoy es la máxima figura del boxeo mundial. Y lo que a mí me llena de satisfacción y orgullo es que salió de este gimnasito, tan sencillo, humilde, señal de que un templo grande no hace santos, así que me siento contento.
¿Cómo es que decide dedicarse de lleno a este mundo?
Dejé mi oficio en una carnicería en la que duré 32 años y un día bajé la cortina, dije no más, porque decidí dedicar mi tiempo completo al boxeo y creo que mi apuesta fue buena, al final nos ha ido muy bien y aquí estamos, echándole todas las ganas del mundo.
¿Cómo toma la decisión de cerrar en definitiva su carnicería, su sustento en ese momento para quizá jugársela en ese momento?
Fíjate que mucha gente que no conoce lo que ha sido nuestro caminar en el boxeo, ni idea tiene de lo que es renunciar a algo que te ha mantenido y ha sido el sustento de la familia durante tantos años y tienes que decidir: o el boxeo o el negocio, porque de mi negocio mantengo a mi familia, y si no la mantengo ¿qué voy a hacer? Fue muy difícil, noches de no dormir y pensar, hasta que el fin decidí y sin ganar dinero, todavía no ganaba nada, no teníamos ni un gimnasio como este ni nada. Andábamos de gimnasio en gimnasio con nuestros costalitos y nuestros muchachos nos seguían y al final, lo primero que hice fue vender el molino de carne, agarrar el dinero y dárselo a mi mujer, luego se fue la rebanadora, las básculas, congeladores y todo, hasta que se fue acabando la carnicería y en ese inter fuimos creciendo en el boxeo. Luego el Chololo Larios se hace Campeón Mundial, nos empieza a ir bien, empezamos a cobrar más o menos y lo primero que hacemos es comprar una casita aquí, le hicimos adecuaciones, tumbamos, plantamos nuestro gimnasio y dije: ‘de aquí ya no nos sacan’”.
¿Qué es lo que recuerda cuando vio a Saúl Álvarez entrar por primera vez por esa puerta del gimnasio?
Ya lo conocía en alguna pelea amateur que lo llevó su hermano, ahí me lo presentó y luego vino aquí con su hermano, le di la bienvenida. Primero era Saúl, luego le decían el Pecas, jícama con chile, muchas cosas que le decía la gente cabrona. Y ya le puse Canelito y le gustó, era un niño, se hizo grande, se hizo viejo y ya es Canelo, pero al principio era Canelito. Pero sí, lo veo entrando por ahí, una tarde de hace 17 años, muy serio, calladito y al rato hizo amistad con todos los muchachos, se llevaba muy bien y al rato era uno más, pero siempre muy dedicado.
Saúl llega hace 17 años y ya desde su debut empezó, se vio que iba hacer algo y pronto nos empieza a ir mejor económicamente y ya, bendito sea Dios, muy bien, muy bien, lo que nunca yo soñé que nos fuera a ir, lo hemos logrado y fue una buena apuesta y a lo mejor fue una corazonada y nos resultó.
Ahora que Saúl Canelo Álvarez es lo que es y usted que lo conoce desde sus inicios ¿Cuál es su sentir, que aunque gana y gana sigue teniendo críticas?
Me dan risa. Porque la gente no sabe, ni creo que se hayan metido a un gimnasio, ni saben lo que es una preparación y el sacrificio que es llevar una carrera, tanto de boxeador, como del equipo que trae el boxeador, entonces no tienen ni idea. Hablan y hablan, pero le aseguro que si usted le pregunta: ‘a ver dime, si eres tan conocedor ¿cuántos kilos es la División de los pesos plumas? ¿cuántos kilos es la División de los moscas o mini mosca? ¿dime las categorías de abajo hacia arriba? Y no saben, son nomás como las corridas de Toros, que un cabrón que dice: ‘Ole’, pues Ole, o uno que silba y todos silban, es por seguir el juego pero ni idea tienen.
Tengo amigos muy conocedores y me dicen: ‘oye, que bien se ve este’. Porque ellos sí saben y es a ellos a lo que les creo, les escucho, a los demás ¿para qué? Me enferman.
Con el tema actual de las redes sociales que es donde la gente se expresa ¿qué piensa?
Las cosas se toman de quien vienen. Y eso es como dicen: a gritos de borracho, oídos de cantinero. No te hacen nada. Una vez le dijeron a un amigo mío: ‘oye, al Canelo le echan puros costales’, y el respondió: ‘sí, pero costales lleno de dólares’ (ríe). Entonces, el muchacho está trabajando, haciendo historia, cumpliendo en su carrera y le está yendo muy bien. A final de cuentas es una profesión y yo lo que siempre les pido a los muchachos y le pido a Dios es que cuando se retiren estén bien de su mente, que no estén golpeados de su mente y su bolsa llena de dinero.
¿Cómo observa al Canelo en la actualidad con ese entorno de que así como tiene mucho público a favor, también cuenta con otro tanto en contra? ¿Cómo lo ve mentalmente?
Muy fuerte. Siempre ha sido un muchacho fuerte, acostumbrado a las críticas. Él sabe que está trabajando fuerte y lo hace bien, entonces ni caso le hace.
Pero sí llega el momento que llega a hartar, el hecho de estar tanto tiempo con las críticas encima.
Sí, pero dice un dicho: el que se enoja pierde. Tú prepárate para ganarle al que está dentro. Los de afuera no les hagas caso.
El hecho de que usted sea el máximo formador de talentos arriba del ring ¿cómo lo deja internamente?
Muy contento y satisfecho. Al final del día valió la pena la apuesta, valió la pena decidirte por el boxeo y ha valido la pena existir en la vida y cuando me muera, seguramente alguien va a decir: ‘¡ah! Se murió fulano que hizo tantos campeones mundiales, tales peleadores y eso ya es decir que tu paso por la Tierra y por la vida no fue en vano.
La importancia de forjar nuevos talentos en este gimnasio ¿ve a nuevos Canelos Álvarez o Chololos Larios?
Pienso que Canelos van a ser muy difícil que lleguen, porque nada más hay uno. Hay muchos peleadores talentosos y todo. Aquí se trabaja para hacer boxeadores talentosos, disciplinados y ya la historia dirá a dónde llegaron, pero se trabaja con para que lleguen lejos, con muchos obstáculos que si a veces evitan a los peleadores a que lleguen a dónde uno quiere, pero de todos modos la ilusión con todos es de que lleguen a lo más alto.
¿Cómo ha sentido que ha crecido en importancia el boxeo en México de unos años a la fecha?
El boxeo siempre ha sido importante. Anteriormente se veía a la figura del boxeador como un muchachito ignorante que tenía que a base de trancazos sacar adelante a la familia de la pobreza y ahora me da mucho gusto que los muchachos, será por las redes sociales, no sé, pero ya se expresan muy bien, tienen otros pensamientos. Ya no son los muchachitos ignorantes que no sabían expresarse ni mucho menos hablar, son muchachos preparados que ya a los 15-16 años te platican y entablan una conversación interesante, no tiemblan ante las cámaras y es bueno. El boxeo ha evolucionado, pero no solamente eso, en todo, ves muchachitos de 10 años que ya te manejan las redes sociales y que bueno, si todo es por bien, está súper bien.
Han surgido comentarios sobre que las leyendas de este deporte, como ahora que Julio César Chávez dará exhibición ante Macho Camacho Junior, recurren a estas peleas porque a excepción del Canelo, en la actualidad no hay prospectos importantes ¿qué opina?
Pienso que todo tiene un tiempo y una época. Tú habla como si fueras agricultor. Siembras un maíz, te sale una milpa, la abonas, la llevas bien y todo y ya te sale la espiga, el güerito, luego ya el jilote se hace elote, se hace seca la milpa ¿por qué? Porque ya cumplió su ciclo, terminó. Puedes echarle una pipa llena de agua hasta que te la acabas y ya no va a resurgir, es lo mismo que pasa en el boxeo.
Estas ilusionado cuando empiezas: peleas amateur, luego profesional, llegas al campeonato mundial, pero llega un momento que dices: ‘ya estuvo’. Mis cualidades y mi físico ya no me responden igual y es el momento de decir adiós y es cuando es una decisión acertada, después de 10 años el decir adiós. Porque ¿después qué le puedes ofrecer al público? Puras mentiras, ni modo que después de 10 años vayas a estar en condiciones… (hace pausa para contestar su celular).
Después de unos segundos, prosigue.
Jamás voy a estar de acuerdo y no estoy de acuerdo por eso, porque están cobrando, te van a cobrar por hacer una distracción de algo, no una pelea. Que es una exhibición, de acuerdo. Podrían pararse en el centro del ring y todo. Que va a ser Chávez contra el hijo del Macho Camacho, sí: fue una gran pelea que paralizó a todo México cuando Chávez estaba en su plenitud. Ahora, otra cosa, vas a pelear, a dar una exhibición, tú Chávez contra el hijo de tu gran rival, pero el hijo no llegó a ser una gran figura (Camacho Junior), y a parte vas a cobrar.
La gente por ir a verlo, pedirle una foto (JC Chávez) va a pagar, pero no es rendirle tributo al boxeo, a lo que te dio fama y gloria, para mí, te repito. Puedo estar equivocado, pero no estoy de acuerdo. A parte sé que Óscar de la Hoya va a regresar.
Y al respecto, cuenta una anécdota con el Chololo
Conmigo pasó un detalle. Cuando Óscar Larios se retiró, Larios fue doble campeón mundial de este gimnasio, fue gran campeón, se retiró y como a los dos años me dijo, después ya éramos compadres: ‘compadre, fíjate que me ofrecieron una pelea, en tal fecha y por tanto dinero y ya me preguntó que como lo veía y le dije: ‘mire, compadre, no le cobres al boxeo, lo que el boxeo no te debe. El boxeo te dio todo lo que eres, lo que hiciste y estás a mano con el boxeo, entonces ya’. Afortunadamente entendió ¿por qué? Porque ya Chávez ya dio dos o tres exhibiciones con el Travieso Arce, que en sus tiempos nunca se hubiera dado esa pelea por la diferencia de pesos.
Es una jugarrera, porque va a ser con todas las protecciones, pero mi respetos y cada quien es libre y la gente es libre de ir o no. Es como cuando quiebras una piñata: ya le diste una, ya le diste dos, ya le diste tres y tu tiempo se acabó.
¿Usted va a ir a la pelea de Julio César en el estadio Jalisco? ¿Aunque sea por morbo o para saludarlo?
Sí ¿por qué no? Llevo una buena relación con él, hasta para invitarlo a comer al restaurant que tenemos, sí, cómo no y siempre que nos vemos nos saludamos muy bien y con respeto.
Es así como Chepo Reynoso se fue labrando un camino y un nombre, que como todo en la vida fue complicado; sin embargo, el esfuerzo diario las ganas de ser alguien y el ojo clínico que le caracteriza para descubrir campeones, se conjugaron para que ahora, la vida le entregue grandes resultados, erigiéndose como el mánager de pugilistas más importante en la historia de esta disciplina en México y el mundo.