Chivas comenzará el Clausura 2025 en casa frente a Santos Laguna
GUADALAJARA, Jal., 15 de diciembre de 2024.- América es tricampeón del futbol mexicano. Las Águilas hicieron historia este domingo, al convertirse en el primer equipo que consigue tres títulos de forma consecutiva en torneos cortos de la Liga MX. Tras empatar como visitante frente al Monterrey 1-1 (3-2 global), el conjunto capitalino consiguió el trofeo número 16 y se consolidó como el club más ganador de México, con cuatro de ventaja sobre Chivas. Un grande en toda la extensión de la palabra.
A la cancha del Estadio BBVA, el conjunto de Coapa llegaba con ventaja de 2-1. Los Rayados necesitaban la victoria por un gol para forzar al tiempo extra y por dos o más para ser campeones. Pero enfrente estaba el actual bicampeón. La misión era complicada. Al ‘17, Henry Martín prendió de cabeza un tiro libre que mandó al fondo de las redes. El tanto se anuló por fuera de lugar. La cabina del VAR revisó y reiteró la decisión. No hubo gol.
Pero después del primer susto, vino el golpe definitivo. Álvaro Fidalgo condujo con libertad. Grave error de la defensa local al permitirle tanto espacio. El español lanzó un servicio a la espalda. Alejandro Zendejas se elevó y de cabeza puso la pelota atrás. Richard Sánchez la prendió como venía. Zapatazo de derecha desde fuera del área. Tiro cruzado, potente, implacable. Al ángulo. Golazo que bien valía un título. Al ‘23, las Águilas estaban en ventaja.
Ahora la misión era todavía más complicada para el Monterrey. Necesitaba dos goles para darle vuelta al marcador y eso apenas le alcanzaría para igualar el global. El cuadro regiomontano intentó reaccionar. Al ‘26, Oliver Torres filtró un estupendo balón. Germán Berterame ganó muy bien la posición y remató cruzado. Parecía pelota de gol, pero Luis Ángel Malagón mostró sus reflejos y con un atajadón evitó el empate de los locales.
En la segunda parte, Rayados cargaba con toda la obligación de ir en busca de un milagro para meterse de nuevo en el partido. Y mostró una mejor cara… pero no fue suficiente. Le alcanzó para tener la pelota en los primeros minutos, aunque no para generar claridad en zona de peligro. Sin crear demasiadas oportunidades, el cuadro local parecía morirse de nada.
Al ‘65, Monterrey protestaba un supuesto empujón sobre Germán Berterame dentro del área, pero nada se señaló. El tiempo se diluía con un América bien plantado, inteligente y eficiente en lo que proponía sobre la cancha. No necesitaba pisar a fondo el acelerador. Le bastaba con saber dejar que el reloj transcurriera. El técnico André Jardine planteó un partido que superó por completo a Martín Demichelis.
En la recta final del encuentro, Rayados se lanzó al frente. Pero siempre mostró más voluntad que idea. No sabía cómo hacerle daño a las Águilas, un equipo sumamente compacto y que domina perfecto su estilo de juego. La escuadra regiomontana insistía con ímpetu y la misión lucía demasiado complicada, pues necesitaba dos goles en los últimos instantes del encuentro para tener vida.
Y encontró el primero de ellos. Al minuto 84, Johan Rojas recibió el esférico cargado al costado izquierdo. Dentro del área, mostró templanza y paciencia. Amagó y se acomodó hacia el centro. Soltó un zapatazo potente, pegado al poste. El lance de Luis Ángel Malagón de nada sirvió. Las redes se estremecieron con el 1-1 del Monterrey. Era el 2-3 global que le daba esperanza. Le faltaba ahora solamente un tanto para forzar al tiempo extra.
Con el encuentro cerca de terminar, el drama alcanzó su punto de mayor intensidad. Al ‘87, Sebastián Vegas remató de cabeza, picado. El esférico botó y pegó en el travesaño. Se salvó el conjunto capitalino, que parecía caminar rumbo al tricampeonato y ahora estaba sufriendo para mantener la ventaja en el global, que le diera el título número 16 de su historia.
Pero la insistencia del Monterrey no fue suficiente. El tiempo se escapó y el silbatazo final decretó el hecho histórico: América es el primer equipo tricampeón en la era de los torneos cortos. Un equipo grande que ejerce como tal y que vive una era de gloria. Es el máximo ganador en la historia del futbol mexicano, ahora con 16 títulos, cuatro más que Chivas, su más cercano perseguidor.