América, primer tricampeón en torneos cortos
GUADALAJARA., 15 de diciembre de 2024.- Considera el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega que hasta el momento hay buenas señales de que tanto el gobierno federal como el estatal están más comprometidos para atender el problema de las personas desaparecidas.
Explicó que es positivo que el gobernador Pablo Lemus acepte qué hay una crisis humanitaria y se haya sentado a escuchar a las familias y los colectivos.
“Me parece que es un buen intento de acercarse a este sector tan sufrido y también es un buen intento de buscar soluciones efectivas, pero también parece que las personas que han sido afectadas por este tema también lo ven bien y con mucha confianza, ojalá que se vaya aterrizando en respuestas concretas de solución”.
Sin embargo, el prelado advirtió que además de la estrategia del gobierno, desde las familias debe ponerse atención de lo que están haciendo los jóvenes, porque muchos de ellos son captados por otras vías y se van de manera voluntaria.
Sobre lo que está ocurriendo en la región de Los Altos de Jalisco con las desapariciones forzadas, y a pregunta expresa, el Arzobispo de Guadalajara expresó a esa comunidad que no están solos, que no dejen de buscarlos y que se unan para cerrarle el paso al crimen organizado.
Por otro lado, ante la cercanía de la Navidad, reiteró el llamado a evitar el consumismo, y más bien acercarse a iniciativas como la de 10 mil navidades, donde se unen las comunidades católicas y la hebrea para llevar una cena de navidad a quienes menos tienen.
Será el cuarto año que la Arquidiócesis tapatía se unirá a este proyecto en beneficio de familias de bajos recursos. “Podemos tener diferencias en nuestro credo, en nuestra fe, pero nos une una causa que es de cercanía y de solidaridad con las personas más necesitadas, se hace en todas las parroquias de la periferia de la ciudad”.
Ante las festividades en algunos templos y parroquias donde se abusa de la pirotecnia, en contra de las recomendaciones de Protección Civil, Robles Ortega aseguró que no es decisión de los sacerdotes, sino de la comunidad, por lo que deben ser las autoridades las que deberían de vigilarlo.