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TLAQUEPAQUE, Jal., 27 de agosto de 2023.- Porque México y Jalisco está viviendo una tragedia con el problema de las y los desaparecidos, este domingo fue realizada una misa en el Santuario de los Mártires con la participación de familias y colectivos encabezada por el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega.
El prelado tapatío destacó el gran esfuerzo que realizan las familias por seguir buscando incluso poniendo en riesgo sus propias vidas, por lo que toda la sociedad debe ser sensible y solidarios con tanto dolor.
“No podemos vivir sometidos a un régimen de tanta violencia como si fuéramos enemigos todos, necesitamos construir relaciones de respeto, de reconocimiento, de reconciliación y de paz, el testimonio de estas personas es muy fuerte, ojalá que conmueva a quienes hacen el daño y también a las autoridades para que prevengan”.
Insistió en que cada una de los miles de desaparecidos son persona únicas e irrepetibles, con una historia, familia, identidad, y no se puede permitir que se pierdan en el anonimato, de ahí la importancia de las fichas de búsqueda con los rostros y nombres de quienes son tan extrañados.
“A veces ante tanta impunidad y tanta insensibilidad de algunos gobernantes, pareciera que son tan desaparecidos que se pueden disminuir numéricamente, decir que son menos para manejar esa cifra políticamente y con interés electoral, a quien le venga el saco, no es justo que permitamos eso.”
Con pancartas en mano, cientos de familiares acompañados de una veintena de colectivos que trabajan en Jalisco, exigieron que aquellas personas desaparecidas conserven su identidad y dignidad, mostrando sus datos y rostros en todo momento”.
Robles Ortega explicó que encabezó esta misa para demostrar a las familias que no están solas, que cuentan con el apoyo de la Arquidiócesis de Guadalajara en su justo reclamo.
El Cardenal tapatío dijo que no es nuevo que el crimen organizado haga lo necesario para eliminar todo rastro de las personas que desaparecen, desintegrando o quemando sus cuerpos para que nadie pueda reconocerlos.
Finalmente invitó a todos a ser constructores de paz, evitar la violencia y la venganza que se convierte en una espiral inacabable de dolor.