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GUADALAJARA, Jal., 28 de abril de 2023.- La historia de Ivan García es distinta a la de cualquier otro deportista. Cuando niño pasó por dificultades. “De todas las escuelas me corrían”, recuerda en una entrevista concedida tiempo atrás. No recuerda la edad en la que fue diagnosticado con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Algunos de sus maestros aseguran que no obedecía reglas. Era rebelde.
Hasta los 16 años, estuvo medicado y bajo tratamiento psiquiátrico. “Recuerdo que lloraba y le decía a mis papás que no necesitaba eso. ‘No estoy loco, no estoy tonto. Al contrario, soy más liso que mis compañeros’. Pero lo hacíamos porque era necesario. De cualquier forma, siento que nunca me sirvieron las pastillas. Desde que nací estoy bien y me siento bien”, explicó en otra entrevista concedida hace años.
Su primer contacto con los clavados fue precisamente por la necesidad de encontrar una actividad en la que el pequeño se gastara la energía. Así, ya no habría espacio para las travesuras que le orillaron a cambiar constantemente de escuela debido a que los castigos no eran suficientes para que la hiperactividad cesara.
Hoy, es uno de los mexicanos que puede presumir el ser medallista olímpico. En Londres 2012 alcanzó la gloria, después de una travesía en la que muchos se preguntan cómo es que aquel niño rebelde logró disciplinarse en el deporte. “Es algo de lo que me siento orgulloso, porque lo que hemos ganado, muchas personas a mi lado, mi familia, mi entrenador, mi compañero Germán y yo, lo hemos logrado desde abajo. Nunca nadie nos regaló nada”, señaló.
El principio en el deporte, fue parte de la terapia por la hiperactividad. “Ya no me aguantaban en la escuela y le dijeron a mis papás que la condición para mantenerme ahí era que me metieran a un deporte. Y así le hicimos, pero nunca me cansé, al contrario, llegaba más prendido”, relató el clavadista jalisciense, Iván García.
Su padre, José Ramírez García, dijo en otra entrevista: “Hasta la fecha Iván está en los clavados por su formación como persona, no como deportista especializado. Se le da de manera natural y le ha ido bien, pero eso ya es un plus porque lo que hemos querido es ir contra los pronósticos de los psicólogos. Gracias al deporte lo hemos sacado de la calle. Nuestro proyecto de vida fue hacer un hombre de bien, porque empezamos con problemas de niño, que según todos los indicios se irían agravando hasta llevarlo a delinquir”.
Y es que hubo especialistas que eso le auguraban, un futuro en malos pasos. Hoy, Iván García es medallista olímpico, prueba viva de que un pequeño con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad puede construir su futuro para darle un buen rumbo. “A los niños con esto, que sean felices, que disfruten y si ya tienen hiperactividad, qué bueno, porque tienen energía de sobra para hacer lo que quieran y más. Son niños completamente sanos y tienen muchas posibilidades de aprender cosas nuevas. La gente se asusta cuando se habla de un trastorno, pero la mayoría de los niños que lo padecen son deportistas y artistas de muy alto nivel”, sentenció el Pollo, medallista olímpico en Londres 2012.