Siempre vamos a apoyar a Michoacán: Claudia Sheinbaum
MORELIA, Mich., 10 de agosto de 2022.- De las 60 áreas naturales protegidas solo 19 cuentan con programas de manejo vigentes que establecen la zonificación y usos de recursos naturales permitidos, se afirma en el Plan de Desarrollo Integral del Estado de Michoacán 2021-2027.
En las otras 41 áreas naturales protegidas, a sus propietarios se les impide el aprovechamiento de su territorio debido al estatus de protección, pero no se les retribuye adecuadamente los servicios ambientales que generan.
La situación se considera grave porque el 80 por ciento de los recursos naturales son propiedad de ejidos y comunidades, usualmente de las poblaciones más marginadas del Estado, por lo que sus habitantes se ven obligados a emigrar, cuando ya se ha demostrado que se puede vivir de y en la naturaleza sin poner en riesgo sus ciclos de producción y reproducción de la vida.
A la fecha en la entidad se contabilizan 11 áreas naturales protegidas de competencia federal con una superficie de 356 mil hectáreas, mientras que a nivel estatal son 60 sitios que cubren 74 mil hectáreas.
Este esquema de conservación fue impulsado en la entidad con el establecimiento de un Sistema Estatal de Áreas para la Conservación del Patrimonio Natural, que integra 60 áreas que cubren 74 mil hectáreas. Esta superficie se pretende ampliar durante la actual administración, pero además gestionar con las comunidades y ejidos la implementación de programas de manejo que las convierta en motores de su desarrollo, en la convicción de que se puede vivir y aprovechar los recursos naturales sin ponerlos en riesgo o sobreexplotarlos.
El ejemplo emblemático de que se puede transitar a un modelo de conservación mucho más profundo es lo sucedido este 2022 en la comunidad de San Jerónimo Purenchécuaro que destinó dos mil 303 hectáreas, más del 70 por ciento de su territorio, como área voluntaria para la conservación.
Esto representa un cambio de paradigma en el manejo, cuidado, protección y uso sustentable de los recursos naturales con una perspectiva comunitaria, porque transforma el sentido de las áreas naturales protegidas y las incorpora como un deber de la comunidad, y se transita a un esquema de bioculturalidad, se indica en el Plan de Desarrollo Integral del Estado.