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Fortalecerán Jalisco y gobierno federal coordinación en gestión de riesgo
GUADALAJARA, Jal., 24 de junio de 2021.- A pesar de que se realizaron obras para mitigar las inundaciones en la zona de El Dean, habitantes de este lugar ya se preparan para el temporal de lluvias, debido que no hay garantía de que el nivel del agua no vuelva a elevarse e ingresar a sus hogares.
En recorrido por la zona se constató de que las autoridades han realizado la ampliación del vaso regulador en el parque, pero el temor de los habitantes es latente, ya que las bombas para desfogar el agua no fueron efectivas en la última inundación ocurrida en mayo del año pasado, por lo que ya se preparan en subir las bardas, colocar tablones para ingresar a sus domicilios, además de poner en una altura los artículos doméstico, ya que 2020 perdieron todo.
Santos Valadéz tiene más de 30 año de vivir en El Dean. Su domicilio se encuentra frente al parque y señala que no importa que no llueva en la zona, si llueve en plaza del Sol o en Polanco siempre el agua llega hasta ahí, por lo que urge infraestructura que mitigue el desemboque del agua.
Lo preocupante es que en el sitio hay varios domicilios en los que habitan personas de la tercera edad o con alguna discapacidad, lo que ha provoca un peligro mayor, ya que pueden resultar con lesiones por tratar de refugiarse tras una inundación.
Tal es el caso de María Aguirre, quien utiliza una silla de ruedas debido a la amputación de sus dedos en el pie por el padecimiento de diabetes y que el año pasado tuvo la mala fortuna de perder a su madre al complicarse un padecimiento del corazón debido a que se alteró porque el agua entró a su hogar.
“Cuando se registró la inundación del año pasado, el 26 de julio, este triciclo no se veía. Mi madre se asustó mucho porque el agua llegó hasta dentro de la casa, no se pudo recuperar, murió por susto. Se puso mal, se puso mal y ya no se pudo sobreponer”, dijo María Aguirre.
Ahora, no quiere pasar por lo mismo, por ello ya hicieron todo lo que se puede hasta el momento para evitar lo más que se pueda que el agua les quite sus cosas.