Participa gabinete económico en la Glosa del Sexto Informe de Gobierno
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de febrero de 2019.- En el marco de la renovación de una vacante en el Instituto Nacional de Transparencia y Protección de Datos Personales (INAI) por el fallecimiento de uno de los comisionados, cuyo proceso iniciará la próxima semana, 29 aspirantes se registraron y serán examinados por las comisiones unidas de Anticorrupción y Justicia del Senado de la República.
Con el nuevo gobierno ahora se hacen las cosas de manera diferentes: las ONG que el presidente Andrés Manuel López Obrador llama fifís, cada vez están más alejadas de estos procesos de nombramientos que pasan por el Senado.
Así ocurrió con el nombramiento del Fiscal General de la República y de un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De la misma forma eso sucede con la convocatoria para designar la vacante en el INAI.
El doctor Ernesto Villanueva luce como favorito por su perfil y trayectoria, y por eso ha sido el único aspirante objeto de atención crítica por parte de diversos columnistas. Por ello, Quadratín sostuvo una amena y larga charla con el académico nativo de Michoacán.
¿Cuál es tu impresión del proceso en marcha para designar la vacante que existe en el INAI?
La convocatoria emitida por la Junta de Coordinación Política del Senado se apega a la Constitución y la ley. Se ha tenido especial cuidado en llamar a la sociedad, universidades y distintos grupos sociales para que propongan a quienes consideran las personas idóneas, lo que hicieron en su momento. Ahora podrán hacer llegar sus preguntas a las comisiones Unidas de Anticorrupción y Justicia vía electrónica o en forma presencial. Por supuesto, el nuevo estilo de gobernar no ha satisfecho a todos y han expresado sus disensos con toda libertad. La Constitución, empero, establece claramente los elementos que deben observarse y veo que esa ruta se está siguiendo puntualmente.
Hemos visto que eres prácticamente el único aspirante que tiene cobertura mediática, algunas neutrales y otras muy críticas. ¿Cuál es tu postura sobre este fenómeno que no se había visto anteriormente o, por lo menos, tan claramente como ahora?
Entiendo que participar en estos procesos genera escrutinio público. Y a mayores probabilidades de ocupar un cargo, por lo menos a nivel de percepción de algunos grupos, mayor atención. Y tratándose de una persona con mi perfil crítico, hay temor entre quienes se portan mal en el INAI y de los intereses a los que responde una parte dominante de ese organismo. No se puede generalizar porque sería irresponsable y hay comisionadas y comisionados que ajustan su conducta a derecho y a la ética pública.
Por otra parte, México vive un profundo cambio en la política federal en relación a su trato con los medios y periodistas beneficiarios al margen de toda racionalidad en el pasado inmediato. Y estoy seguro que no doblarán al presidente López Obrador para que les restituya privilegios. Esto ha generado que cualquier resquicio que encuentran los afectados lo aprovechan para denostar todo lo que signifique una práctica democracia porque es inversamente proporcional a sus intereses económicos. Y este grupo del INAI, encabezado por su presidente Francisco Javier Acuña y su jefe político Roberto Gil Zuarth, está preocupado por mi candidatura por varias razones, entre ellas porque estoy convencido de que se puede hacer más con mucho menos.
El INAI tiene una estructura en mandos superiores casi del doble en relación a cualquier otro organismo autónomo constitucional, incluido el INE. Ademas, hay que revisar por qué paradójicamente desde que se creó el INAI, México pasó del lugar 95 al 133 en el ranking de Transparencia Internacional. Me queda claro que la transparencia no es el único factor de la corrupción, pero sí es la piedra angular de este fenómeno. Y también se han dado señalamientos de usos irregulares en el uso de recursos públicos que hay que revisar para conocer si hay elementos o indicios de esa práctica. Sería muy grave que donde debería ser el ejemplo fuere exactamente igual o peor.
NI JULIO NI IRMA ERÉNDIRA
Se te acusa de ser cercano a Morena, de ser la propuesta de ese partido impulsado por el consejero jurídico del Ejecutivo Federal, Julio Scherer y la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros. ¿Es cierto eso?
De entrada, lamento que por atacarme a mí hayan puesto en duda la sujeción a la ley de la titular de la Función Pública y del Consejero Jurídico. Es sabido que ninguno de ellos tiene atribuciones para decidir en este proceso. El artículo sexto constitucional otorga esa prerrogativa a los integrantes del Senado. No soy militante de Morena, pero coincido con muchas de sus causas porque en verdad creo que son para bien del país, como la lucha contra el huachicol, la reducción del 55 por ciento de los intereses de los créditos del Infonavit a la población más desprotegida, poner al pueblo como eje de su política que había sido expoliado especialmente en los gobiernos recientes, y desaparecer las pensiones expresidenciales quien tradujo en ley lo que mi colega la doctora Hilda Nucci y yo denunciamos y pusimos en la agenda con nuestro libro Los parásitos del poder.
Cuánto cuesta a los mexicanos mantener los privilegios de los expresidentes por citar sólo dos ejemplos. No puedo dejar de mencionar la enorme contribución a México de la entonces aguerrida diputada Verónica Delgadillo de MC, quien creó condiciones y acciones sobre este tema en la Legislatura pasada, hoy sigue siendo un activo democrático desde el Senado de la República.
A Julio lo conozco desde hace muchos años por Proceso, en donde colaboro desde hace 22 años y he forjado una buena relación con él en ese contexto. Con Irma Eréndira hemos coincidido en la academia por temas de interés común. No obstante lo anterior, es falso que Julio o Irma Eréndira estén haciendo una labor de cabildeo en mi beneficio.
¿Por qué crees que deben los miembros del Senado seleccionarte a ti y no a otros aspirantes?
Con riesgo de incurrir en la conseja de que halago en boca propia es vituperio, te debo decir que yo llegué al tema desde el principio y me he mantenido en esa línea de investigación y de acción los últimos 18 años. En este periodo he publicado decenas de libros sobre las distintas vertientes del derecho a saber, he participado en el ámbito federal, local y en el extranjero en el diseño normativo de la transparencia y la protección de datos personales en los países de centro y Sudamérica tuve primero que generar acuerdos en lo fundamental entre grupos con diferencias de larga data y creo que hicimos bien esa tarea. Por otra parte, tuve el honor de ser el único perito mexicano en el caso Claude Reyes versus Chile de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que estableció jurisprudencia para que todos los países firmantes de la Convención Americana de Derechos Humanos que no tuvieran leyes de acceso a la información procedieran a elaborarla y aprobarla. En los cuerpos colegiados del Estado he sido miembro desde el Consejo Consultivo de la Comisión Bicameral del Congreso de la Unión, pasando por la Junta Directiva de Notimex, entre otros. De igual forma, en estos años me he seguido preparando, tengo un postdoctorado, dos doctorados, cuatro maestrías y una licenciatura. Hasta donde tengo entendido soy el único aspirante que es Investigador Nacional nivel III, la máxima distinción que otorga el Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt, del universo de aspirantes. Y esto quiero dejarlo en claro, tengo los méritos profesionales para desempeñar con solvencia el cargo.
¿Entonces consideras que ya prácticamente tienes la designación en la bolsa?
No, porque la parte meritocrática es un ingrediente importante, pero no es todo. Es una designación política, no técnica como podría ser la de una comisión dictaminadora en la academia. Por esta razón, lo único seguro es que nada es seguro. Y con esa perspectiva veo las cosas. Me queda claro que las circunstancias, los acuerdos de último minuto determinan al final del día quién puede ser objeto de designación. Y bajo esas reglas decidí participar en este proceso por lo que respetaré puntualmente las decisiones, me favorezcan o no. Hay mucho por hacer en un país con tantas asimetrías como México, y quiero ser parte de la solución desde mi actividad empresarial, mi práctica académica y el ejercicio profesional de la libertad de expresión con estricto apego a derecho, si esa posibilidad no se concreta. En las próximas semanas saldrán dos nuevos libros míos de investigación académica aplicada de interés público y tengo varios proyectos, algunos que podrían coexistir con mi eventual llegada al INAI y otros que también llevaría a cabo si el tema del INAI no se concreta por ahora…
Con información de Quadratín México