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GUADALAJARA, Jal., 11 de febrero de 2019.- Tal vez ya lo sabíamos, un poco –poquito, tal vez–, pero ahora lo han comprobado investigadores del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH): los habitantes de Guadalajara, Jalisco, abusan de los diminutivos cuando mantienen una charla casual.
Como parte del 477 aniversario de la fundación de la ciudad (que se recuerda el 14 de febrero) dan a conocer un análisis sociolingüístico sobre aquello que caracteriza la forma de hablar de las personas que nacieron o crecieron en la Perla Tapatía.
No sólo nos valemos del diminutivo para referir o minimizar situaciones o cosas, sino también para hacerlas ver como relevantes: La verdad sí está cerquita, Como que te estás poniendo pesadita, al ratito te veo, rapidito llego a tu casa, te llamo en la mañanita.
Esto fue comprobado a partir de estudiar 18 horas de charlas grabadas con hombres y mujeres de Guadalajara, que son un extracto de 72 entrevistas realizadas por un equipo de investigación comandado por la doctora Patricia Córdova Abundis, académica del CUCSH.
Dichos audios forman parte de un corpus lingüístico sobre el habla de los tapatíos, que se comenzó a crear hace más de dos años y ahora está integrado al Proyecto de Estudios Sociolingüísticos del Español de España y América (PRESEEA), donde están recopiladas las distintas formas de hablar español en el mundo (se puede consultar en la página http://preseea.linguas.net/).
“Hemos hecho aproximaciones analíticas de diversos tipos; una que realizamos junto con el maestro Daniel Barragán es el diminutivo en el habla de los tapatíos. Siempre se ha dicho que en México se abusa de éste, ahora hacemos un estudio casi pionero que arroja que mientras en Madrid el promedio de uso del diminutivo por hablante es de 35.8 por ciento de incidencia y en Caracas de 32.5, en Guadalajara es de 53.6; es decir, que los tapatíos sí usan más el diminutivo”, explicó la investigadora.
Dijo que en el dialecto del español tapatío el diminutivo tiene dos funciones, una “centralizadora”, que es cuando el hablante quiere hacer un énfasis, es decir, que no se refiere a que algo es literalmente pequeño, sino que se busca centralizar una intención.
Un ejemplo sería cuando dicen “esos zapatos sí están caritos”, cuya idea es, precisamente, que los zapatos son muy costosos. Otra función que los tapatíos dan al diminutivo es el de “descentralizador”, que es cuando se busca quitar importancia a lo que se está diciendo.
“Un tapatío te podría decir: Igual me como una gelatina o así, cualquier cosita…, o Dale unos pesitos; con esto se evidencia que le están restando importancia al alimento y hacen alusión de que no es mucho dinero”, subrayó Córdova Abundis.
La creencia generalizada, describió la investigadora del CUCSH, era que las personas con menos estudios académicos eran las más propensas en utilizar diminutivos al hablar, situación que desmiente el estudio porque los entrevistados fueron elegidos con variables sociales específicas, con el fin de abarcar una diversidad de edades, niveles de estudio y si son hombres o mujeres.
“En siglos pasados se decía que se usaba el diminutivo porque se autodespreciaban. Sociolingüísticamente hablando podríamos decir que esta variante u otra es algo que simplemente caracteriza. El que esta incidencia exista demuestra que el diminutivo es algo que se ha quedado dentro de la urbanización”, abundó.
Pero no sólo identificaron que los tapatíos abusan (abusamos) –nomás poquito– del diminutivo, sino que también lo hacemos con expresiones que difícilmente podrían entender hispanohablantes que no son de esta ciudad; dichos modos de hablar la investigadora los refirió como perífrasis verbales lexicalizadas, que es cuando combinan distintas palabras para construir una idea clara.
“Un ejemplo es Echarle ganas, Meterle abogados a alguien, Llegar de gorra, Qué le hace son frases comunes que aparecen en las conversaciones”, compartió.
Mejor tutéame
Para el ejercicio de recabación de conversaciones casuales de tapatíos, cuyo objetivo fue la creación del corpus lingüístico, Córdova Abundis tuvo el apoyo de estudiantes de la licenciatura en Letras Hispánicas que se imparte en el CUCSH.
Un requisito para la realización de las entrevistas era preguntar a las personas si preferían que se refirieran a ellos como de tú o usted; a lo que la primera opción fue la más elegida. “Esto se puede explicar por la situación desequilibrada de poder que hubo al momento de la charla. Los jóvenes son universitarios que con una grabadora en mano hablaron con personas desconocidas, esto impone una relación de autoridad y entonces los entrevistados optaron por decir ‘háblame de tú’”, contó.
En términos generales, aseguró la académica, esta decisión demuestra que los tapatíos son personas solidarias al mantener una conversación con un extraño, ya que hablar de usted conlleva una situación de poder.
Aunque admitió que también tendría que estudiarse la utilización del tú o usted en función de las generaciones a las que pertenecen los hablantes.
“O sea” y “bueno”, las expresiones más utilizadas El estudio de Córdova Abundis reveló que, en este segmento analizado, también hay abundancia de palabras que son conocidas como rectificadoras.
En el caso de las mujeres tapatías es “o sea” (47.35 por ciento de las encuestadas la mencionaron en la conversación), mientras que los hombres tapatíos utilizaron más la palabra “bueno” (43.09 por ciento).
Otras palabras o expresiones rectificadoras que predominan en el habla de los tapatíos es “digo”, “más bien”, “mejor dicho”, “es decir”, entre otras.
La investigadora dijo que la creación del corpus lingüístico seguirá dando para muchas investigaciones que revelarán peculiaridades del habla de los tapatíos; de hecho, ya ha sido utilizada para la realización de tesis en el CUCSH.