Se terminan espacios para sepultar difuntos en municipios de la Bahía

PUERTO VALLARTA, Jal., 12 de junio de 2025.- Los municipios de Cabo Corrientes y Puerto Vallarta, Jalisco, así como Bahía de Banderas, Nayarit, que conforman la Zona Metropolitana de la Bahía, enfrentan una crisis de espacios para depositar a sus difuntos.

Ya sea por la saturación de sus campos santos o la falta de certeza jurídica de los mismos, los gobiernos de estos tres municipios enfrentan desde hace meses la dificultad de garantizar el lugar donde descansen sus difuntos.

En el caso de Cabo Corrientes, a pesar de que existen seis panteones distribuidos en igual número de localidades, el de El Tuito, cabecera municipal, se encuentra ya saturado desde la administración pasada, por lo que el actual ayuntamiento trabaja para poder darle certeza jurídica al proyecto de creación del nuevo camposanto. 

Joaquín Romero Bravo, alcalde cabense, ha reconocido la problemática, por lo que señaló que se está trabajando para darle certeza jurídica al nuevo panteón que se encuentra ubicado al costado del actual, pero hasta la fecha aún no han destrabado este asunto. 

En lo que concierne a Puerto Vallarta, desde hace meses se anunció que los panteones municipales se encontraban ya saturados, contando únicamente con escasos espacios en el camposanto de El Progreso, pero su vida útil habría ya concluido el presente mes.

Por ello, desde la administración pasada encabezada, primero por el morenista Luis Michel y seguida por su suplente José Martínez, se trabajó para crear un nuevo panteón ubicado en la localidad de El Zancudo, en el cual se invirtieron más de 100 millones de pesos en la compra del terreno y la habilitación del mismo, no obstante, este no está funcional, por lo que se requerirían más de 50 millones para poder echarlo a andar. Hasta la fecha no hay nada concreto y el gobierno del verde ecologista Luis Munguía continúa trabajando para solucionar la problemática.

Bahía de Banderas, Nayarit, también enfrenta esta problemática pues, a pesar de que existen varios panteones con espacios disponibles, estos, pertenecen a los diversos ejidos, por lo cual los ejidatarios no permiten que se sepulten personas ajenas a los mismos, lo que ha dificultado la situación para el actual gobierno municipal. 

Y a pesar de que desde la antepasada administración, encabezada por el panista Jaime Cuevas, se trabajó para echar a andar un nuevo campo santo, a la fecha no existe certeza jurídica del mismo, ubicado en San Juan de Abajo.

Incluso, no cuenta -según lo han dado a conocer en el actual gobierno encabezado por el morenista Héctor Santana- con los permisos sanitarios ni la certeza jurídica del terreno para poder comenzar su operación. 

De esta manera, los tres municipios que conforman la Bahía de Banderas enfrentan esta grave situación de garantizar un espacio para depositar los restos de sus difuntos,  problemática que se agrava día con día y que puede llegar a convertirse en un problema social, ante la demanda de sus habitantes.