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GUADALAJARA., 30 de mayo de 2025.- Con la participación de más de 30 marcas de productores locales, fue inaugurada la segunda edición de la Feria de la Miel de Guadalajara, que se lleva a cabo del 29 de mayo al 1 de junio en los portales del Palacio Municipal. El evento busca fomentar el consumo de miel pura, así como visibilizar el trabajo de quienes se dedican a la apicultura en Jalisco y otras regiones del país.
Juan Ramón Rojo Rodríguez, apicultor originario de Tlajomulco de Zúñiga y participante de la feria, destacó que la mayoría de los expositores pertenecen a la Asociación Ganadera Local de Apicultores de Guadalajara.
“Todos los que estamos aquí somos apicultores 100 por ciento, tenemos nuestro registro, y venimos de distintas zonas como Ahualulco, Ciudad Guzmán y hasta de Nayarit”, comentó.
Además de miel, los asistentes pueden encontrar productos como polen, jalea real, propóleo, pomadas, hidromiel, champús, cremas, jabones, confitería y velas elaboradas con cera natural. También se ofrecen variedades menos conocidas, como la miel de abejas meliponas, una especie nativa sin aguijón.
Durante la feria se imparten talleres, catas y recorridos temáticos como Vive Apicultura en San Juan Evangelista, donde los visitantes pueden conocer el proceso de producción y envasado.
“Es importante que la gente entienda por qué una miel cuesta lo que cuesta. Es pura y tiene mucho trabajo detrás”, explicó Rojo Rodríguez.
El apicultor también advirtió sobre el impacto de las mieles adulteradas en el mercado. “Tenemos una competencia desleal con productos falsos. La miel auténtica ayuda al sistema inmune, sirve como alimento y tiene aplicaciones medicinales, por ejemplo, para curar úlceras o cicatrizar la piel”, agregó.
El evento, organizado por la Asociación de Apicultores en coordinación con el gobierno municipal, también incluye presentaciones culturales y actividades para niños. La entrada es gratuita.
“Si quieren apoyar la apicultura, consuman miel pura, directamente del productor”, invitó Rojo Rodríguez. “Las abejas polinizan más del 75 por ciento de los cultivos que consumimos. Son vitales para el ecosistema”.