Inauguran Hospital Civil de Oriente; beneficiará a un millón de personas
CIUDAD DE MÉXICO. 31 de julio de 2022.- Relacionada con el gozo y la satisfacción por un logro, la alegría es una de las emociones básicas de los seres humanos y especies animales, que experimentamos a lo largo de la vida; aunque es un sentir efímero, depende de cada persona hacerlo duradero, plantea la coordinadora del Programa Institucional de Tutoría de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Patricia Bermúdez Lozano.
Es una emoción subjetiva que depende de cómo es la vida de cada quien, pero se refiere a una reacción general de complacencia, que puede ser constante al tener conciencia de logros que nos dan sensación de plenitud y bienestar, además de mantener la actitud positiva.
En ocasión del Día Mundial de la Alegría, este 1 de agosto, la psicóloga destaca que estar contentos, felices y entusiastas son rasgos de la alegría, la cual genera un alto nivel de energía que nos predispone a realizar acciones constructivas para nosotros o los demás.
“La forma de reaccionar puede estar asociada a cómo afrontamos alguna situación, dependiendo de qué tan significativa es esta y cómo la abordamos. Pero todos tenemos la posibilidad de experimentar la alegría, que depende mucho del contexto y la situación personal para que podamos sentir satisfacción que nos cause ese gozo”, señala.
Bermúdez Lozano precisa que se trata de una reacción temporal que termina cuando concluye el estímulo que la provoca. Puede ser intensa al principio, pero disminuye en la medida en que la situación que la produce se aleja en el tiempo.
“Lo que permanece es ese estado emocional que generó un sentimiento de satisfacción, plenitud o bienestar, el cual puede durar mucho tiempo. Y si nosotros lo hacemos de manera consciente, mantenemos con mayor facilidad un estado de ánimo positivo que permanece a pesar de cualquier situación inicial que haya desaparecido o de nuevas situaciones negativas que enfrentamos con buen ánimo y actitud”, explica.
Las personas, comenta, muestran una sonrisa, un rostro amable, se ríen de situaciones simples, tienen una apariencia positiva, les dan ganas de saltar o bailar; además, presentan un aumento considerable de la frecuencia cardíaca y de la presión sanguínea, incluso tienen sudoración o se ruborizan. “Algunas veces hay lágrimas de alegría y un tono más elevado de la voz”.
La nota completa en Quadratín México