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GUADALAJARA, Jal., 21 de julio de 2021.- Son alegría, sonrisas, compañía y amor, pero también una gran responsabilidad y compromiso; tener un perro no debe ser una decisión tomada a la ligera, momentánea o sólo con la idea de una prueba, que de no cumplir las expectativas, puedes regresar, detalló la directora de la asociación civil Adopta un Amigo, Ana Couret.
“La idea es que si te lo llevas sea (para tenerlo) en las buenas, en las malas, vacas gordas, vacas flacas, es que ya lo tienes como parte de tu familia. Sin tomar en cuenta que ese perro o ese cachorro, no va a ser cachorro toda la vida, ese perro tiene necesidades, de espacio, de tiempo, de educación, de gasto alimenticio mensualmente, así te cambies a casa o departamento, es un compromiso que estás tomando como familia y esa es la realidad, que hay poco compromiso”.
Para la rescatista, el abandono de los perros es un problema social que incluso, debido a la falta de registros y los casos diarios, es incuantificable.
“Es un problema enorme, enorme. Yo la verdad, lo que te diga o te explique, me quedo bajita la mano, es un problema muy grande, de falta de educación, de falta de empatía y de falta de compromiso. Es un problema creado por la sociedad, no creado por un gobierno, no creado por un Estado, no creado por un partido, es creado por la sociedad”.
El problema no tendrá fin hasta que la cultura de la adopción, esterilización y cuidado de estos peludos sea una responsabilidad general que todas y todos asuman.
Curiosamente esta concientización es cada vez más común y ahora son en su mayoría, la llamada generación millennial, es decir jóvenes de entre los 27 a los 39 años, quienes más están familiarizados con ese cuidado, confirmó la rescatista Ana Couret, quien detalló que una de las características de los perros menos adoptados, son los de color negro.
“Desafortunadamente la gente sigue buscando animales de raza que realmente no te cubren más que tu propia expectativa, porque de ahí en fuera, hacen lo mismo que cualquier otro, juegan, te dan alegrías, rompen, destruyen, comen, hacen lo mismo. Nada más el caparazón es la diferencia”.
Para el abandono no hay razas ni tiempos, pero de acuerdo con la directora de Adopta un Amigo, han encontrado que algunas razas son las más comunes de encontrar en las calles, además de los criollos, tales como: pitbull, chihuahua, french podle, border collie y husky siberiano.
Esto puede cambiar de acuerdo a una película o algo público que potencie la imagen de una raza, de los cuales, algunos de ellos terminan en las calles, principalmente durante los meses de diciembre, enero y febrero o también durante algunas vacaciones, argumentando que no pueden cuidarlo.
Quienes dedican su tiempo, dinero, esfuerzo y gusto por el rescate y cuidado de animales, lo hacen de manera voluntaria, con sus propios recursos y el cuidado que consideran necesario para evitar que tanto cachorros como adultos, sean devueltos.
“Mucha gente dice es que es difícil adoptar, no, no lo es, te estamos preguntando algo que para que tú no te lo lleves como un problema para ti, que no se convierta en un problema para ti. No te estés agobiando después qué vas a hacer con él”.
Este 21 de julio se celebra el día mundial del perro y si estás considerando en adoptar alguno, que incluso ahora los encuentras con todos sus protocolos cubiertos en tiendas de mascotas, sólo con una cuota de recuperación, es importante que consideres tu entorno y el tiempo que tienes para dedicarle, recomienda el entrenador Salvador Aguirre, quien tiene 30 años de experiencia.
“Es mejor cuando hablan y dicen ‘oye estoy interesado en tener cierta raza’, o ‘me van a dar en adopción cierto perro’, ‘somos tantos de familia’, ‘unos de tal edad otros de otra edad’, ‘la casa es más o menos así’, ‘tenemos jardín’ entonces cuando adquieren un perro y están en contacto con un entrenador que sabe sobre comportamiento canino es más fácil que ellos le den asesoría”.
Aunque algunas razas son más difíciles de entrenar o incluso interviene el nerviosismo del perro, si fue maltratado, si creció en la calle o si es muy consentido, todos son candidatos de ser entrenados para mejorar su comportamiento;
“El dueño es el que a veces transmite muchas cosas y enseña muchas cosas al perro, entonces a veces me cuesta más trabajo enseñar al dueño que entrenar al perro, porque nosotros los entrenamos, pero si el dueño no tiene una secuencia de ir llevando al perro, de ir creando hábitos, estos que son hábitos sanos, siguen teniendo problemas con eso”.
Para el cierre del 2020, la asociación Adopta a un amigo concretó 180 adopciones, un número que refleja un aumento durante los últimos años, ya que la pandemia, fue la oportunidad de estar más en casa y dedicarle tiempo a alguna mascota o incluso buscar compañía, pero la actitud de estos animales también ha cambiado, pues el encierro ha dañado su estado de ánimo, reconoció el entrenador Salvador Aguirre.
“… y me dicen ‘todo el año no ha salido el perro a la calle’. Entonces ya sabrás, sufren estrés y ansiedad los perros. De repente me hablan porque el perro les está mordiendo todo, el perro les está agarrando un comportamiento muy mal y es por eso».
La recomendación del entrenador es que pese a los chiqueos y cariño para el can, es importante no humanizarlo y dejar que siga con esencia como perro, al convivir con otros animales, que corra, juegue y se divierta.