
Reciben aumento salarial trabajadores de Tlaquepaque
GUADALAJARA, Jal., 21 de febrero de 2022.- Porque no son sus empleados y mucho menos es el patrón, las y los regidores de Morena en el Ayuntamiento de Guadalajara exigieron respeto a su trabajo por parte de primer edil Pablo Lemus, así como comunicación para tratar los temas que interesan a la ciudad, toda vez que se niega a recibirlos.
Su coordinador, Carlos Lomelí Bolaños señaló que en días pasados el alcalde de Guadalajara utilizó al área de Comunicación Social para intentar desprestigiar su trabajo, pero además con un desconocimiento de la ley sobre sus atribuciones al proponer que las y los ediles deberían checar horario de entrada y salida.
“Debe quedar claro que no somos sus empleados y no estamos para cumplir sus caprichos, porque somos representantes electos por el pueblo y nos debemos al pueblo”, sentenció Lomelí Bolaños, quien lamentó el que utilice las dependencias del municipio para desprestigiar el trabajo de las y los ediles.
En su intervención, señaló que el único mecanismo de evaluación del trabajo de las y los ediles en Guadalajara sería la ratificación de mandato, y se podría poner a disposición cuando la gente lo requiera, tal como a nivel nacional está establecido para el presidente de la República.
Precisó que su viaje la semana pasada a la Ciudad de México fue para acudir a la Secretaría de la Función Pública y solicitar atraiga la investigación por el presunto acto de corrupción que se cometió en el arrendamiento de los vehículos y equipos para la Comisaría de Seguridad Pública. Es más importante, dijo, ira pedir justicia en este caso y esclarecer el gasto de sobreprecio.
Insistió en que, a comparación con el gobierno de Tonalá, el costo por patrulla adquirida no rebasará el millón 200 mil pesos en tres años, cuando en Guadalajara fue de dos millones 700 mil pesos, y lo tendrá que aclarar, aunque le duela, porque “ya tiene una marca que se llama corrupción”.
“El Ayuntamiento de Guadalajara no es una empresa y démosle gracias a Dios, porque si fuera una empresa, ya la estuviera quebrando más de lo que está saqueando. No se administra como un patrón, buscando generar utilidades para su bolsillo y por ello está obligado a transparentar y a explicar cómo se gastan los recursos de los tapatíos”.
Por su parte, la Regidora Candelaria Ochoa Ávalos denunció que desde hace tres meses pidió una cita con el primer edil Pablo Lemus para tratar diversos temas de la ciudad y hasta hoy no ha sido recibida.
A su vez, el Regidor Salvador Hernández Navarro mencionó que no sólo debe investigarse y esclarecerse el sobreprecio en el caso de las patrullas, sino también los 150 millones de pesos que se transfirieron en el presupuesto y no se les tomó en cuenta, o la reestructuración de la deuda.
Por otra parte, Carlos Lomelí Bolaños anunció que este lunes amplió la demanda por daño moral que interpuso contra Pablo Lemus por las calumnias que ha vertido hacia su persona ante los medios de comunicación y fue citado al juzgado que lleva el caso.
Ante los señalamientos de que no ha acudido a algunas sesiones de Ayuntamiento, precisó que permanentemente sostiene un diálogo con los habitantes de las colonias para escuchar sus necesidades, e invitó a Pablo Lemus para que cancele la reestructuración de la deuda y no la extienda 11 años más, así como regresar el dinero del sobreprecio por el arrendamiento de las patrullas para destinarlos a servicios que mejoren la calidad de vida de las familias tapatías, asociaciones y trabajadores del municipio.