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GUADALAJARA, Jal., 4 de diciembre de 2022.- Las mujeres deben permanecer en el ámbito público del que fueron desterradas durante siglos para tomar parte en las decisiones en torno a su realidad, coincidieron mujeres feministas y activistas durante la mesa de diálogo “Y sin embargo se mueven. Las mujeres en las calles del mundo”, realizado en el marco del programa de FIL Pensamiento.
Carmen Pérez-Jordan, activista feminista y líder internacional por los derechos civiles dijo que la Marcha de las Mujeres realizada en Washington en 2017 sentó un precedente en la lucha feminista por la igualdad, y generó una unión entre las mujeres de diferentes nacionalidades como nunca antes se vio en EUA.
Afirmó que hasta entonces las mujeres anglosajonas no incluían en sus movimientos feministas a las latinas, o las afroamericanas, pero pudieron conjuntar esfuerzos movidas por la rabia y el enojo contra el ahora Expresidente Donald Trump.
La activista feminista mexicana Martha Tagle indicó que las marchas protagonizadas por mujeres han mandado un mensaje claro: las mujeres tomaron las calles y no se irán de ese espacio que les fue negado por tanto tiempo.
Declaró que el feminismo permite un empoderamiento individual, pero también colectivo, para decir que es posible salir a la calle “tomadas de la mano, haciendo fuerza para irrumpir en ese espacio público” que también les pertenece, porque ahí es donde se decide lo que importa a este grupo de población y en el que tradicionalmente han decidido otros.
Afirmó que las libertades de las mujeres están siendo amenazadas por la violencia traducida como acoso, abuso de diferente índole y por los feminicidios, y que esta violencia, además, busca ser un mensaje a todas las mujeres para que regresen al espacio de lo privado.
Krista Suh, artista feminista, guionista de Hollywood y creadora de The Pussyhat Project, aseguró que el patriarcado y sus reglas es algo que no podemos tocar, pero que está ahí y habló de las violencias que viven las mujeres en cualquier parte del mundo.
Narró que el proyecto The Pussyhat Project nació como una forma de mostrar la indignación de las mujeres en las marchas organizadas en EUA ante la ascensión de Donald Trump y su personalidad abusadora y violenta hacia la población femenina.
Agregó que esta prenda se convirtió en el ícono de la lucha por los derechos de las mujeres en EUA y luego se transformó en un proyecto que se extendió a otros países y en un movimiento social centrado en crear conciencia sobre los problemas de las mujeres y promover los derechos humanos.
La moderadora de la mesa, doctora Guadalupe Ramos, académica de la UdeG, dijo que el movimiento feminista ha logrado irrumpir en las calles del mundo “para recordar a la otra mitad de la población que nos despojaron de nuestros derechos pero que estamos en la lucha de recuperar eso de lo que habíamos sido despojadas, que es ser ciudadanas”.