GUADALAJARA, Jal., 10 de Julio de 2020.- Nuestro país entra al nuevo TMEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) sin condiciones para competir en innovación y tecnología en cadenas de valor que van a paso acelerado, como por ejemplo el de los automóviles eléctricos, y con fuertes medidas proteccionistas en los tres países.

Así lo comentaron los participantes del webinar “El TMEC y el futuro de la economía”, con el que inició la serie de webinars organizados por la Universidad de Guadalajara y Jalisco a Futuro y que serán transmitidos, todos los viernes a las 11:00 horas, por las redes sociales de esta Casa de Estudio, Radio UdeG y Canal 44.

Raúl Padilla López, en su papel de Coordinador General del proyecto Jalisco a Futuro, del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo (CEED), explicó que el TMEC es un tema que se debe de analizar, sobre todo, en la dimensión del impacto que pudieran tener los salarios de los académicos.

“Ahora comenzamos una nueva etapa de seminarios virtuales con el fin de desarrollar el pensamiento analítico y la construcción de ciudadanía. Trataremos temas como el futuro del gobierno, del trabajo, de la democracia, de la ciencia y la seguridad pública”, informó.

El Coordinador del doctorado en Estudios Económicos del CUCEA, Antonio Ruiz Porras, admitió que nuestro país no arranca bajo las mejores condiciones el TMEC y que tampoco se entra en las mejores condiciones en el TLCAN, hace 25 años. Sin embargo, el sector automotriz es el que está mejor preparado para la entrada en vigor.

“En buena parte, la industria automotriz fue la única que realmente se preparó ante los cambios que indicaba el TMEC, lo que es importante. Desde antes del tratado ya habían empezado a cambiar sus esquemas de planeación y administración, a fin de adaptarse a la nueva realidad. Más de 90 por ciento de la industria automotriz en el país ya está adaptada al T-MEC. Cuando hablamos de la falta de planeación nos referimos a la planeación pública, no necesariamente a la planeación privada”, resaltó Ruiz Porras.

El Coordinador de la licenciatura en Economía del CUCEA, Moisés Alarcón Osuna, consideró que con este tratado se busca restarle fuerza al crecimiento de China, que introducía mercancías a Estados Unidos, o a los bienes intermedios a México y agregó que no todo se trata de coches.

“Las industrias de alta tecnología son las que más atraen al público en general, pero la industria se conforma de mucho más que sólo la industria automotriz, pues están las autopartes, la minería, la transmisión de energía eléctrica, industrias textiles, etcétera. Por ejemplo, lo que más exporta Jalisco es la fabricación de equipo de transporte y de comunicación, que consistieron 56 por ciento de las exportaciones”, advirtió.

La Directora de Actus Consultoría y Estrategias, SC y maestra en Negocios y Estudios Económicos por la UdeG, Paola Velázquez, explicó que, efectivamente, muchas empresas que no pertenecen al ramo automotriz no están preparadas para integrarse a la cadena productiva en temas tecnológicos o para desarrollar innovación.

“Si bien es cierto que parte del tratado otorga ventaja a Estados Unidos, país que mayor cantidad de patentes genera, México va más a la maquila. Así que será un punto relevante que, a nivel de política pública, se establezcan y se incentiven programas en términos de desarrollar la capacidad innovativa en las empresas. En Jalisco, el Consejo de Ciencia y Tecnología ha hecho un gran esfuerzo para implementar programas de renovación tecnológica. Pero en otros estados no es así, y está muy limitada, así que pone en desventaja al país porque no todos los estados tienen capacidad de innovación”, subrayó.

A nivel nacional, el 50 por ciento de la matrícula se concentra en diez programas educativos, y la ingeniería industrial tiene los últimos lugares, subrayó.