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GUADALAJARA, Jal., 10 de mayo de 2020.- Enfermera de profesión y altruista de corazón, pero antes que nada madre de familia, donde le toca paradójicamente ejercer este roll con una hija enfermera; ella es Margarita Izaguirre Montes, o “maguito”, como le gusta que le digan.
A ella le toca vivir un 10 de mayo de 2020 marcado por la historia contemporánea, totalmente diferente al de sus últimos años, en uno de los ambientes precisamente más riesgos ante la pandemia del Covid 19: los hospitales.
Margarita describe lo que siente durante su estancia en un hospital privado, donde trabaja desde hace varios años en el área de quirófanos y también habla de la preocupación que como madre siente al recordar a su hija.
“Vive uno con el miedo, con la angustia, en parte por la pandemia que está pasando y saber que más uno que es madre de una hija que es también enfermera, que también tiene el riesgo ella y la dedicación a la vez de estar con tanto paciente ahorita”.
Dice respetar la mentalidad de quienes agreden a las enfermeras o al personal médico en plena pandemia, “porque sabe qué le habrá pasado para actuar así”, pero aun así pide respeto porque ellas lo único que buscan es salvar vidas junto con los médicos.
Y a las enfermeras les dice que hay que cuidarse, no sólo de la pandemia, porque hay miles de situaciones que pueden afectarles en un hospital. “A veces hemos tratado demasiados pacientes, y no sabemos realmente qué es lo que tienen y nos estamos arriesgando a todo”.
Ama de casa, esposa, abuela, madre y enfermera no son roles fáciles, pero son retos para una mujer que desde la adolescencia, sabía que quería ser enfermera para ayudar a los demás, algo que comprobó a lo largo de su estancia en un hospital donde por años fungió como donadora altruista de sangre para niños con leucemia. Margarita habla a Quadratín Jalisco, de cómo impactaron en su vida estos pequeños.
“Me marcaron muchos niños, niños con leucemia porque era la número uno para donarles sangre, yo tengo un diploma donde soy la enfermera que más le donó a esos niños y más emocionada cuando pudieron salir los niños adelante porque desgraciadamente muchos no podían”.
Pero hubo muchos que sí pudieron, y que salieron caminando, incluso más de alguno de estos niños después de varios años regresó a darle las gracias, algo que para ella ha sido de lo más significativo en su vida.
“El niño tenía fácil como unos tres años y después me los llevaron, me llevaron a ese niño y tenía como 10 o 11 años y entonces es cuando te sientes tú así, maravillosa, y dices tú, logramos algo, primeramente con la ayuda de Dios”.
Margarita menciona precisamente que le deja más como enfermera, la satisfacción de ver a un paciente salir de pie o con mejoría.
“Estando en una institución de gobierno, o estando en una institución privada no dejan de ser los mismos pacientes, no dejan de ser las mismas personas, no dejan de ser las mismas enfermedades, los padecimientos de ellos”.
Lo mismo da que sea en una institución privada o en una clínica del IMSS, “entonces aquí se enfoca uno más en uno mismo, en qué es lo que le vas a brindar a los pacientes, no te vas a fijar si una institución de gobierno le pagan más a la enfermera, o un hospital particular te va a dar más, puedes obtener más de los pacientes que de una institución”.
Así ha vivido esta mamá enfermera su vida profesional y reconoce que ahora que le tocan vivir momentos tan difíciles tanto en su profesión como en el hogar, tiene que salir adelante por ella y por su familia.
Actualmente, además de ser madre de tres hijos, dos mujeres y un hombre; vive una etapa maravillosa con sus nietos, que dice le han transformado la vida.
Margarita pasará un día de las madres distinto, pero pleno porque se adaptará a las condiciones. Y en su vida profesional como mamá enfermera, asegura que sigue y seguirá las instrucciones estrictas en cuanto a cuidados y prevención por el Covid 19, por ella, por su familia y por sus pacientes.
“La dedicación hacia los pacientes, el amor hacia ellos, no me importaba trabajar 12 o 24 horas, turnos en la noche y desde ahí hasta ahorita que tengo 50 años, sigo con mi profesión”.