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GUADALAJARA, Jal., 9 de mayo de 2025.- En un panorama cambiante para el regional mexicano, donde el éxito comercial convive con nuevas políticas de censura, la marca JC Hats se consolida como uno de los símbolos más visibles del género. Fundada en 2014 por el empresario Jesús Castro, la firma celebra este 2024 una década de logros con la inauguración de su nuevo corporativo de lujo en Zapopan y una expansión que no muestra signos de detenerse.
“Hoy celebramos este nuevo comienzo, esta nueva era para JC Hats, las oficinas corporativas acá en Guadalajara. Ya son 10 años con este proyecto que nació como un sueño y hoy es una realidad”, expresó Castro emocionado durante la apertura del nuevo edificio, que destaca por su diseño vanguardista y equipamiento tecnológico de punta.
Lo que comenzó como un proyecto local se ha convertido en una marca con alcance global, respaldada por figuras del regional mexicano como Luis R. Conriquez, Natanael Cano y Tito Double P. Con ellos, JC Hats ha desarrollado colecciones que combinan estilo, identidad y cercanía con el público joven.
Una de las colaboraciones más destacadas ha sido la edición especial dedicada al boxeador Canelo Álvarez, inspirada en una canción que Luis R. Conriquez le compuso al tapatío.
“Fue un viaje de última hora, pero tomamos la decisión de ir [a Arabia para la pelea de Canelo]… Bien felices de poder haber ido. Y el proyecto con Luis R. fue un éxito total”, compartió Castro sobre la experiencia internacional que reafirmó el potencial de la marca para cruzar fronteras.
Pero el camino no ha sido sencillo. La alianza con Natanael Cano, por ejemplo, tardó casi ocho meses en concretarse debido a complicaciones con los contratos publicitarios.
“Fue complicado el tema de los comerciales, pero al final del día, si fuera fácil, cualquiera lo hiciera”, apuntó Castro, quien también vislumbra incursiones en el reguetón, el rap e incluso colaboraciones con artistas como Peso Pluma, Alejandro Fernández o Pepe Aguilar.
Para Jesús, una de las claves del éxito ha sido construir relaciones genuinas con los artistas. Ernesto Barajas, vocalista de Enigma Norteño, lo confirma: “Más que una marca, yo pienso que somos parte de la familia”. La relación con Castro se remonta a los primeros días de JC Hats en Los Ángeles, y ha crecido al punto de compartir momentos personales. “Siempre estamos ahí en los bautizos, en los cumpleaños… y próximamente vamos a ser padrinos de su nueva bebé”, reveló Barajas.
La moda ha permitido que agrupaciones como Enigma Norteño se conecten con su audiencia desde otro ángulo. “Nos sentimos halagados de ser parte de estas colaboraciones. Le damos al público algo más, como una prenda que representa identidad”, agregó el vocalista.
Sin embargo, mientras la moda gana terreno como expresión cultural, las letras del regional mexicano enfrentan crecientes cuestionamientos. Tras la polémica generada por el concierto de Los Alegres del Barranco en Guadalajara —donde se proyectaron imágenes de un líder criminal—, las autoridades han intensificado la vigilancia sobre los contenidos musicales.
“Somos una agrupación que se caracteriza por corridos… pero si la modalidad ahora es no tocar corridos, pues podemos hacerlo. Hay que seguir las reglas”, aceptó Barajas. Aun así, subrayó que “tenemos muchos temas de amor, desamor, que han estado inclusive en premios Billboard”.
Para él, la censura debe abordarse con criterio: “Para mí es libertad de expresión… lo pasan en series, películas, en el periódico, ¿por qué los músicos tienen la culpa?”. Y aunque entiende la necesidad de regulación, lanza una advertencia con humor: “Si esto evoluciona, vamos a vender tacos, mariscos… o gorras”.
Irvin Sánchez, vocalista de La Ventaja, coincide en que la situación ha generado confusión. “Se ha generalizado todo en el género, pero hay diferentes tipos de corridos… muchos no hacen apología, son relatos, mensajes de poder o celebración”, opinó. Para Irvin, el momento actual representa una oportunidad para “explorar otras temáticas y recuperar espacios desde una perspectiva más positiva”.
En medio de esta transformación, JC Hats mantiene firme su estrategia. “Nuestro mercado es de 15 a 25 años. Es el nicho que escucha esta música y por eso nos hemos enfocado en él estos últimos tres años”, explicó Castro. A la par, contempla nuevas alianzas: “Sería un trofeo para nosotros lograr algo con Pepe Aguilar, Alejandro Fernández o Cristian Nodal”. Y adelanta: “Estamos en pláticas con una influencer youtuber muy famosa… estamos viendo si podemos hacer algo con ella este año”.
El impacto comercial de la marca también habla por sí solo. Una colaboración reciente con Tito Double P agotó 10 mil gorras en apenas 12 minutos. “Lo que viene para JC Hats es otro nivel”, concluyó Castro.
Así, mientras el regional mexicano redefine sus límites ante la censura, JC Hats reafirma su lugar como un ícono generacional. Con autenticidad, visión empresarial y una estrecha conexión con la comunidad artística, la marca demuestra que el estilo también puede ser una forma de resistencia.