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GUADALAJARA, Jal., 30 de julio de 2025.- En busca de contribuir en los procesos de identificación de restos óseos humanos que hayan sido expuestos a altas temperaturas y que presenten alteraciones causadas por fuego, en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), se desarrolla un proyecto de investigación, a cargo de Diana Jazmín Reyes Pérez, alumna de la Maestría en Genética Forense e Identificación Humana.
“La investigación es el Impacto de la termoalteración en restos óseos humanos (cráneo, pelvis y fémur) en la evaluación de las características morfológicas y antropométricas utilizadas para la estimación de la edad y el sexo en población mexicana”, explicó.
De acuerdo a Reyes Pérez, este tipo de investigaciones ayudará en casos cuando las personas son sometidas a un trauma térmico, las estructuras anatómicas se van deteriorando, e incluso ya no se puede obtener un perfil de ADN completo, puede ser uno parcial; entonces, una forma de darle identidad a las personas que han sufrido una alteración térmica es haciéndole un perfil biológico por medio de antropología forense.
El reto principal de esta investigación son las alteraciones que presentan los restos óseos al haber estado expuestos al fuego, razón por la que sufren cambios en su forma, color y estructura; además llegan a impedir el uso de métodos genéticos.
A través de la evaluación de las características morfológicas y antropométricas utilizadas con lo que se puede definir la edad y el sexo de los restos óseos.
Por ejemplo, con el análisis de un cráneo se puede estimar la posible edad, a través de las suturas craneales; o el sexo, con el análisis de la cavidad orbitaria, la mandíbula y otras características. En la pelvis se estudia le escotadura ciática para determinar el sexo y la circunferencia del fémur ayuda a definir el sexo de la persona.
“Es principalmente algo asociativo, dependiendo el color que presente, algunos factores que podemos observar y que estas pueden afectar a la estructura ósea”, añadió la investigadora.
El color de los restos óseos varía de acuerdo a la temperatura del calor al que estuvo expuesto. Por ejemplo, cuando un hueso está en color marrón, significa que estuvo en temperaturas de 100 a 200 grados centígrados.
En caso de verse en color blanco, se determina que el cuerpo estuvo expuesto a 600 grados centígrados o más, razón por la que se consideran frágiles.
En México existe poca investigación respecto a la afectación de los restos derivado del calor, por tal razón, Diana Jazmín Reyes Pérez, busca evaluar la utilidad y las limitaciones de los métodos tradicionales aplicados a restos óseos con alteración térmica, con el fin de mejorar su precisión y adaptarlos a nuestra realidad.
“En lo que es Argentina se hizo una investigación en un yacimiento arqueológico donde se aplicaron estas mismas metodologías, donde se obtuvieron resultados positivos; y en Colombia hicieron un análisis en la colorimetría que se puede llegar a presentar. Entonces, esto aplicado aquí en México, en sí sería la primera tesis que se publica al respecto”, agregó.
La alumna trabajará alrededor de un semestre en las instalaciones del Centro de Identificación Humana del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), para el desarrollo de su proyecto de investigación. La Maestría en Genética Forense e Identificación Humana se oferta en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud, de la Universidad de Guadalajara.