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18 de junio de 2022.- Al hablar de la iglesia sinodal (iglesia que camina) el cardenal José Francisco Robles Ortega encabezó la celebración del Corpus Christi con una misa en la explanada del Expiatorio, para de ahí partir en la procesión tradicional, hacia la Catedral Metropolitana, donde dio la bendición en el atrio del templo.
Previo a iniciar el recorrido, en su homilía del Corpus Christi, dijo que esta fiesta tiene que ver con el jueves Santo y también está relacionada con un momento histórico de la iglesia en los siglos XI y XII, cuando se empezaron a difundir doctrinas que influían en los cristianos para sembrar la duda de la presencia de Jesucristo.
“Había quienes difundían esas doctrinas que inducían a la duda, y por eso comenzaron algunas iniciativas, en el sentido de hacer procesiones públicas, para hacer al mismo tiempo una confesión pública de la fe en la presencia real de la fe en nuestro señor Jesucristo”.
Explicó que un milagro de un sacerdote que tenía duda sobre el cuerpo de cristo, que se manifestó en la hostia sangrante, motivó al Papa para que esta fiesta del Corpus Christi se hiciera en toda la iglesia a partir del siglo XIII.
“Nosotros celebramos la fiesta del cuerpo y la sangre de nuestro señor Jesucristo, no porque dudamos, tenemos la dicha y la gracia de creer en la presencia real, pero habrá muchos hermanos que no tiene esta dicha”.
“Incluso nosotros, tenemos el riesgo de mirar, participar, de asistir a la eucaristía, y aunque creemos, tenemos el riesgo de ver y considerar la presencia real en una forma indiferente, tibia, fría. Sí está presente Cristo, pero como si no lo estuviera”.
Indicó que esta fiesta es ocasión para vivir la eucaristía y es oportunidad “para reavivar la fe en la presencia de Jesucristo”.