PUERTO VALLARTA, Jal., 25 de junio de 2022.- Al paso de las décadas, la diversidad sexual sigue ganando terreno, al obtener reconocimiento legal y permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo, además de prohibir, al menos aquí en Jalisco, las llamadas “terapias de conversión”.

Así lo expresó Héctor Ramírez Betancourt, coordinador del Colectivo Vallarta LGBTI y activista en el tema de la diversidad sexual, quien en el marco del mes del orgullo recordó que en las décadas de los años ochenta y noventa, era muy difícil ser homosexual.

“Era muy común que la policía te detuviera por simple hecho de ser muy homosexual. Los llevaban a los separos y todavía a principios de la década de los 2 mil, era todavía común la detención”, expresó Ramírez Betancourt.

Fue entonces cuando comenzó el activismo a favor de la comunidad, sensibilizando a la sociedad y a las autoridades. “Aquí en Puerto Vallarta, comenzamos dando capacitación a los cuerpos policiacos, así como el acercamiento con los gobiernos para que no estuviera dentro del Bando de Policía y Buen Gobierno como una falta a la moral el ser homosexual”, detalló.

Se ha ganado terreno, al grado que ahorita ya realizan capacitaciones a los policías, a los funcionarios, a los gobernantes, a los tránsitos y en ese aspecto ya se ha ganado mucho terreno, añade el activista. 

“Al menos ya no te detienen por el simple hecho de ser homosexual. Obviamente como cualquier ciudadano, si cometes una falta, te detienen, pero en este aspecto se ha ganado mucho”.

Ramírez Betancourt destacó que, en el ámbito estatal Jalisco aprobó el matrimonio igualitario, tras la modificación de su Código Civil y también existe el reconocimiento de los hombres y las mujeres trans.

“De la misma manera ya se aprobó que no exista en Jalisco las terapias de conversión, aquellos lugares en los que las personas eran enviadas para ser sometidas a terapias de shock para quitarle lo homosexual. Eran a base de descargas eléctricas, baños de agua fría y muchos otros actos para tratar de quitar lo homosexual”.

En el pasado, miles de personas, sobre todo hombres, fueron sometidos a esta barbarie, “cuando los padres decían: vamos a llevarlo para que le quiten lo homosexual. Los que tuvimos suerte no llevaron al psicólogo varias veces, pero a otros los mandaban a las terapias de shock.

“Ya hemos avanzado mucho. Ya se quitaron las terapias, ya se pueden casar las personas del mismo sexo y se puede hacer el cambio de identidad. Poco a poco vamos avanzando en cuanto a las leyes”, destacó el activista.

Incluso, añadió, el Instituto Nacional Electoral (INE) ya pide equidad para que dentro de las planillas vayan a un representante de la comunidad LGBTI.

“Poco a poco vamos a lanzando, vamos saliendo adelante y como nosotros decimos: si pagamos impuestos, tenemos los mismos derechos”, añadió.

Sin embargo, con el paso del tiempo y los avances legales obtenidos, la sociedad aún no avanza mucho, lamentó Héctor, quien ejemplificó que los actos de homofobia persisten. “Los vemos ahorita con la película de Boss Light Year, la cual ha causado mucha polémica por un beso lésbico, por lo que la gente no quiere llevar a sus hijos al cine. Yo toda mi vida he visto a besos heterosexuales y no me he hecho heterosexual. Los hijos no son el problema, el problema son las personas mayores quienes hacen el problema”, señaló.

Pese a los avances en materia legal y en la propia sociedad, “es necesario educación. Educación es lo que hace falta, educar a las personas que entiendan que somos como cualquier persona, que somos iguales. No estamos enfermos, pues desde hace muchos años ya salió la homosexualidad del libro de las enfermedades, entonces simplemente educar a las personas para que entienda y nos vean como cualquier persona más”.