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GUADALAJARA, Jal., 16 de mayo de 2018.- En una inspección realizada a una empresa de paquetería del aeropuerto internacional de Guadalajara, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) aseguró un recipiente proveniente de Santiago de Chile.
Al abrir el recipiente, hallaron 24 ejemplares de tarántula de diferentes especies y un cienpiés. Debido a que no se encontró documentación que acreditara su legal procedencia, las especies fueron aseguradas.
En base al Programa Operativo Anual (POA), mediante el cual se realizan permanentemente acciones de inspección y vigilancia en las empresas de paquetería, ubicadas dentro de las instalaciones de la referida terminal aérea, se detectó el cargamento que tenía como destino la entrega a un particular en Jalisco.
En una acción conjunta entre el personal de la Profepa y empleados de la empresa de mensajería, fue que se detectaron 25 ejemplares de artrópodos que fueron trasladados en dos cajas de cartón y dentro de envases de plástico de pequeñas dimensiones.
Los inspectores federales solicitaron la documentación que acreditara la legal procedencia de los ejemplares y al no ser exhibido dicho documento por parte del personal de la paquetería, se impuso como medida precautoria el aseguramiento de los 25 ejemplares.
La Profepa informó que las especies serían depositadas con un especialista en arácnidos y derivado de su dictamen, se estará en posibilidades de definir las especies correspondientes y si se encuentran dentro de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES por sus siglas en inglés).
De la misma manera, la dependencia federal indicó que ya suman más de 146 ejemplares que bajo estas circunstancias, son asegurados por la delegación Jalisco de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
Ante la Procuraduría General de la República (PGR), la Profepa presentará una denuncia penal para que se inicien las averiguaciones correspondientes y dar con los posibles responsables de este hecho, por el tráfico de ejemplares de vida silvestre, cuya penalidad es de hasta de nueve años de prisión y tres mil días de multa.