
Investigan eventos de revelación de género en Los Arcos de Mismaloya
PUERTO VALLARTA, Jal., 11 de julio de 2025.- Las explosiones que se realizan durante las revelaciones de género realizadas en los Arcos de Mismaloya tienen posibles impactos negativos en la fauna marina y aves que habitan este emblemático parque nacional ubicado frente a las costas de Puerto Vallarta.
Entrevistado al respecto, el oceanólogo e investigador, Amílcar Cupul Magaña, del Departamento de Ciencias Biológicas del Centro Universitario de la Costa, de la Universidad de Guadalajara, advirtió que una de las principales afectaciones que pueden derivarse de estas prácticas es el estruendo generado por las explosiones.
Estos estruendos -detalla el también doctor en ciencias biológicas- alteran directamente el comportamiento de las aves, particularmente los pelícanos, una especie que anida en el arco mayor de la zona.
“Este tipo de explosiones altera el comportamiento de las aves, pudiendo en algunos casos provocar que las crías salten del nido hacia el mar”, explicó el biólogo. “El impacto auditivo es significativo y puede tener consecuencias en la reproducción y la permanencia de las especies en la zona”, añadió.
Además del ruido -dijo- existe preocupación por los químicos y colorantes que contienen los polvos utilizados en estas detonaciones, generalmente de color rosa o azul, empleados para revelar el sexo de los futuros bebés. Aunque aún no se ha determinado con certeza la composición de estos polvos, el especialista advirtió que podrían dispersarse con la brisa marina hacia los islotes, acumulándose en las rocas o en la vegetación y afectando los nidos o la salud de las aves y sus crías.
Cupul Magaña también señaló que, de llegar al mar, estos polvos podrían ser ingeridos por peces u otros organismos marinos, provocando una potencial cadena de afectaciones dentro del ecosistema.
“El pez no distingue si es alimento o no. Puede ingerirlo accidentalmente y eso genera problemas”, puntualizó.
El investigador hizo un llamado a las autoridades y a la ciudadanía para reconsiderar el uso de los Arcos de Mismaloya como escenario para este tipo de eventos. Recordó que se trata de un área natural protegida con una gran biodiversidad y un ecosistema marino delicado. Además de la flora y fauna afectada, también existe el riesgo de accidentes entre los turistas, quienes podrían verse sorprendidos por las explosiones mientras practican esnórquel o pasean en lancha por la zona.
“Sí debe haber un control. Debería prohibirse este tipo de actividades ahí”, insistió el experto, quien considera que además de una acción inmediata por parte de las autoridades, este tema podría incluso ser objeto de estudio académico para conocer a fondo las consecuencias ambientales que estas prácticas están provocando en una de las áreas más visitadas y emblemáticas de la región.