Tras el asesinato de la alcaldesa de Temixco, Morelos, Gisela Mota, este sector consideró que el verdadero problema es el desarrollo policial, más que la instauración de un Mando Único, que ha sido mencionado como la solución para erradicar la inseguridad.
“El debate relativo a la estrategia de Mando Único Policial se ha vuelto a colocar en la agenda pública sin que se atienda el principal componente de cualquier estrategia, el desarrollo policial. El Mando Único no es la solución a los problemas de las Policías, ni debemos confundirlo con una reforma policial.
“Por lo cual, la Red Nacional por la Seguridad compuesta por OSC y especialistas en seguridad, exigen a la Presidencia de la República, Gobernadores, Senadores, Diputados y Presidentes Municipales, debatir un proceso de reforma policial profundo e integral, que coloque en el centro la calidad de las Policías, su dignificación, profesionalización, organización y sistema de gobierno. Con el objetivo final de construir las Policías que queremos, siempre al servicio de la ciudadanía”, señalaron en un comunicado.
La Red considera que las propuestas de Reforma Policial pueden y deben profundizarse mediante los siguientes elementos:
- El establecimiento de principios y reglas que garanticen la independencia operativa de las Policías respecto de la autoridad política, profesionalizando así la acción policial orientada al interés público.
- La preservación de acciones preventivas y operación policial con orientación comunitaria para los municipios, sujeto al cumplimiento de estándares mínimos de calidad, integridad y eficacia.
- La definición de estándares policiales nacionales para el desarrollo policial, que incluyan modelos de jornada laboral que garantice el desempeño eficaz de los policías.
- La certificación integral de los policías de los tres órdenes de gobierno, y la construcción de un servicio nacional de carrera policial.
- La acreditación institucional de las Policías de todos los órdenes de gobierno, como base de su permanencia.
- El establecimiento de un organismo certificador nacional, con facultades amplias para detonar procesos de cambio en las Policías e intervenir instituciones incapaces de cumplir con estándares profesionales mínimos.
- La institucionalización de un régimen de seguridad social para personal de seguridad pública, como parte de un esfuerzo más amplio de dignificación y fortalecimiento de la carrera policial.
- El fortalecimiento de mecanismos de control interno y la creación de instancias formales de supervisión ciudadana de las Policías.
- La definición de un modelo presupuestal que haga posible una transformación de fondo de las instituciones de seguridad pública, en el que se contemplen sanciones claras a quien incumpla los objetivos establecidos.
