Luego de realizar una misa en el Estadio Venustiano Carranza, ante unos 22 mil religiosos provenientes de las diversas diócesis, el papa Francisco pidió no convertirse en funcionarios de lo divino, ni en empleados de la empresa de Dios, y participar más activamente en un acercamiento con el creador.
Durante su mensaje, el Sumo Pontífice, destacó que en la actualidad, una de las estaciones que asedian a la sociedad es la resignación que paraliza e impide caminar y que pone freno para la transformación.
Tras de ello, el Santo Padre recordó al español vasco de Quiroga, cuya vocación y compromiso con los indígenas le hizo acreedor al reconocimiento de Tata, por el aporte y defensa hecha a favor de los indios purépechas mancillados durante el proceso de conquista.
El papa Francisco insistió en no caer en la tentación de la resignación, ni de la sedea, tampoco de la pérdida de memoria y se pronunció por no olvidar a nuestros padres que en su momento nos enseñaron a decir Padre Nuestro.