En un comunicado, detalló que en caso de encontrar el equipo se tiene que reportar de inmediato a los números telefónicos 089 de la Coordinación Estatal de Protección Civil; 088 de la Comisión Nacional de Seguridad; 01 800 00 413 00 01 del Centro Nacional de Comunicaciones de Protección Civil, y 01 800 111 31 68 de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias.
Refirió que la categoría de riesgo de estas fuentes es Categoría 2 y en caso de que la fuente sea extraída del contenedor, se trata de una fuente peligrosa para las personas.
“Esta fuente, si no se maneja en condiciones de seguridad tecnológica o no se protege con seguridad desde el punto de vista físico, podría causar lesiones permanentes a la persona que la manipule o que estuviese en contacto durante un tiempo breve (de minutos a horas)”, alertó.
Incluso, la dependencia expuso que podría ser fatal hallarse cerca de esta cantidad de material radiactivo no blindado durante un periodo de horas a días.
Señaló que intentar extraer de su blindaje este tipo de fuente, podría causar lesiones permanentes a la persona que la manipule o que estuviese en contacto con ella durante un tiempo breve (de minutos a horas), tales como quemaduras.
Además, podría ser fatal hallarse cerca de esta cantidad de material radiactivo no blindado durante un periodo de horas a días, causando quemaduras por irradiación que podrían llegar a derivar en muerte de las células de los tejidos del cuerpo humano.
Dado que este tipo de fuente es un metal, no existe riesgo de contaminación por inhalación y de igual manera, este tipo de fuente metálica no representa riesgo de contaminación para el medio ambiente.
Los síntomas más comunes que puede presentar una persona que ha sido expuesta a la radiación que emite este tipo de fuente, cuando ha sido extraído de su blindaje durante un periodo de horas a días, son náusea, vómito, anorexia, cólicos, diarrea.
Adicionalmente se pueden esperar signos y síntomas cognitivos, confusión, alteración en marcha motora y equilibrio, convulsiones y coma, así como síntomas dérmicos tales como enrojecimiento e hinchazón de la piel sin causa aparente, que podría evolucionar en la destrucción de los tejidos y muerte de los mismos.