Del total de las bajas, al menos quince miembros del ejército iraquí y de las milicias que lo apoyan murieron y 22 más resultaron heridos en un ataque suicida con ocho coches bomba, perpetrados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El periódico Excélsior en su emisión de este domingo, señala que las fuerzas iraquíes lograron destruir cuatro coches bombas antes de que llegaran a sus objetivos y así evitaron un desastre de mayor magnitud.
Por otra parte, al menos 21 combatientes del EI murieron en unos bombardeos de la aviación iraquí y la coalición internacional contra posiciones de su grupo en la zona Albu Aiza, al noroeste de Ramadi y la zona de Al Falahat, al este de la ciudad.
Finalmente, el pasado lunes las fuerzas iraquíes anunciaron que en Ramadi, capital provincial de Al Anbar, todavía quedan varios cientos de yihadistas en la urbe que controlan algunas zonas.
El Estado Islámico, además, domina otras áreas de esta estratégica provincia por ser fronteriza con la Siria de Deir al Zur, mayoritariamente bajo dominio del grupo terrorista. Finaliza el comunicado.
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