Hay oportunidades específicas que podremos aprovechar como aerolínea regional; vamos a verlo con cautela, por supuesto, pero creemos que hay oportunidad.
Entrevistado por la agencia de noticias Rosa Náutica, especializada en aviación y aeronáutica, dijo que actualmente existe una enorme concentración hacia los aeropuertos de Cancún, Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, que son los aeropuertos tradicionales.
En el interior de la República hay oportunidades para establecer operaciones directas internacionales. Citó los casos de Quintana Roo, Yucatán y Chiapas, que no cuentan con operaciones directas a Centro América pese a la cercanía y la relación comercial que existe con esa región.
Lo mismo ocurre en la parte sur de los Estados Unidos, en ciudades como Nueva Orleans, el sur de Florida, que podrían aumentar su vinculación para que la relación comercial y turística con el interior de la República Mexicana sea más estrecha.
Indicó que TAR ya ha iniciado conversaciones con aeropuertos de varias ciudades de los Estados Unidos, fuera de los aeropuertos tradicionales de concentración de la actividad como Atlanta, Houston, Dallas, Nueva York, Los Ángeles.
Fuera de esos, hay una decena de aeropuertos que podrían ser aprovechables en una estrategia de vinculación y de apertura de oportunidades.
El convenio, que se encuentra en el Senado de la República para su análisis y dictamen, da paso a lo que en el sector aéreo se conoce como la tercera y cuarta libertad.
La tercera libertad se refiere al derecho de embarcar pasajeros y mercancías en el territorio del Estado de nacionalidad de la aeronave y desembarcarlo en el país que autoriza. En este caso, el derecho que tendría Aeroméxico para desembarcar pasaje o mercancías en ciudades de Estados Unidos.
A la inversa, la cuarta libertad se refiere al derecho que tendería alguna línea aérea estadounidense para desembarcar carga o pasajeros procedentes de Estados Unidos en México.
El mercado del tráfico de pasajeros le representa a México 70 por ciento de ese mercado y el de carga 52 por ciento, lo cual se podría reflejar en un crecimiento promedio anual de seis por ciento.