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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de julio de 2018.- Nunca se imaginó que algún día llegaría a votar a la casilla 0727 como candidato a la Presidencia de la República, en esta ocasión, José Antonio Meade dijo que se siente emocionante y especial, pues para él representa una gran bendición.
A media cuadra de su domicilio, cerca del Monumento a Álvaro Obregón, el candidato presidencial de la coalición Todos por México (PRI, PVEM, Nueva Alianza) acudió a a emitir su sufragio a las urnas ubicadas en la colonia Oxtopulco Universidad, delegación Coyoacán.
Llegó minutos antes de las 10 horas de este primero de julio acompañado de la mano de su esposa Juana Cuevas, como lo ha venido haciendo desde hace 15 años, siguiendo la tradición de sus abuelos, residentes desde hace 60 años en ese barrio.
Con toda la convicción, Meade aseguró que saldrá triunfante en la contienda, por lo que este lunes habrá doble festejo: el de él y el de la Selección Mexicana en la justa deportiva con Brasil.
Anoche, el cinco veces secretario de Estado aseguró que pudo dormir con la consciencia tranquila de que entregó bien todo en una muy buena campaña y lo demás, lo deja a la voluntad ciudadana y la de Dios.
De un análisis periodístico que lo pone como el candidato más preparado en el partido más golpeado, José Antonio Meade dijo a Quadratín México que sólo está de acuerdo con la primera parte.
Mientras esperaba a que su esposa emitiera su voto, agregó: estoy optimista, tranquilo y muy esperanzado en el futuro del país, pues confía en que ganará la contienda tranquila y en paz, con una gran fiesta ciudadana.
“Es un momento importante en el que México habrá de decidir el destino y a quién quiere encargarle el futuro de nuestros hijos”, expresó luego de sufragar en la boleta como un ciudadano cuyo voto será contado y definirá el resultado de esta elección.
Vote por el que considero es el mejor: “yo mero”, remató.