“Algunos de estos residuos sólidos no son biológicamente degradables, lo que ha causado una acumulación global que representa un gran problema, entonces esta iniciativa busca resolver los problemas de acumulación y de tiraderos que hay alrededor del mundo, utilizando estos materiales en alternativas que son ecológicas pero también que tienen una utilidad”, dijo Ramírez Arreola.
El plástico pasará primero por un proceso de molienda, lavado y secado, del cual se obtendrán una especie de escamas, que luego serán fundidas en una máquina especial que también les dará la forma final de los diferentes artículos que se producirán, ya sean tubos, popotes o mangueras (proceso conocido como extrusión).
La parte novedosa e inexplorada de la planta recicladora de PET, explicó el profesor Daniel Ramírez, es la posibilidad de utilizar los plásticos de desecho para la fabricación de piezas sólidas con la técnica de impresión en 3D.
Para ello, los polímeros que han sido habilitados durante la etapa de extrusión, se utilizarán para la fabricación de un hilo que es usado como materia prima en las impresoras 3D, y de esta manera crear todo tipo de figuras que puedan ser diseñadas a través de un sistema computacional.
“Emplearemos estos filamentos de plástico reciclado para impresión 3D, ya hemos hecho varios prototipos con estas impresoras. Esto va a funcionar como un laboratorio de fabricación digital, donde se van a hacer prototipos de robots y prototipos de prótesis humanas”.