GUADALAJARA, Jal., 9 de noviembre de 2019.-La osteoporosis, que literalmente significa hueso poroso, es una enfermedad en la que se reduce la densidad y la calidad del hueso. A medida que los huesos se vuelven más porosos y frágiles, el riesgo de fractura aumenta considerablemente. La pérdida de hueso ocurre de forma silenciosa y progresiva.

A menudo no hay síntomas hasta que ocurre la primera fractura. El sistema óseo es un tejido vivo que cambia constantemente desde el momento del nacimiento hasta la edad adulta, ya que los huesos se desarrollan y fortalecen.

Este tejido alcanza su mayor densidad y resistencia a los 20 años de edad, lo que se conoce como masa ósea máxima.

A medida que se envejece, algunas células comienzan a destruir la matriz ósea (reabsorción), mientras que las nuevas células óseas depositan osteoides (formación ósea). Este proceso se conoce como remodelación ósea.

En personas con osteoporosis, la pérdida ósea supera la formación del órgano nuevo. Los huesos se vuelven porosos, quebradizos y propensos a fracturarse.

En todo el mundo, una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de cincuenta años corren el riesgo de sufrir una fractura osteoporótica. De hecho, se estima que en el mundo ocurre una fractura asociada a la osteoporosis cada tres segundos.

Las fracturas más comunes asociadas con la osteoporosis ocurren en la cadera, la columna vertebral y la muñeca. La probabilidad de que ocurran estas fisuras, particularmente en la cadera y la columna vertebral, aumenta con la edad tanto en mujeres como en hombres.

De particular preocupación son las fracturas vertebrales (espinales) y de cadera ya que pueden presentarse graves consecuencias, como pérdida de altura, dolor de espalda intenso y deformidad. Una fractura de cadera a menudo requiere cirugía y puede provocar la pérdida de independencia o la muerte.

Hay muchas formas para prevenir y diagnosticar la osteoporosis. El padecimiento ahora es una condición en gran medida tratable y, con una combinación de cambios en el estilo de vida y un tratamiento médico adecuado, se pueden evitar futuras complicaciones.

PREVENCIÓN

Los factores genéticos juegan un papel muy importante para determinar tu riesgo de osteoporosis. Sin embargo, los factores de estilo de vida como la dieta y la actividad física, también influyen en el desarrollo óseo en la juventud y en la tasa de pérdida ósea más adelante en la vida.

Después de los 20 años, la pérdida ósea es un proceso natural que no se puede detener por completo. Cuanto más densos sean sus huesos en la juventud, es menos probable que se debiliten lo suficiente como para romperse.

Las mujeres jóvenes en particular deben ser conscientes de su riesgo de osteoporosis y tomar medidas para retrasar su progreso y prevenir fracturas. La construcción de huesos fuertes comienza durante la infancia. Nunca es demasiado temprano para invertir en la salud ósea. La prevención de la osteoporosis comienza con un crecimiento y desarrollo óptimo en la juventud.

RECOMENDACIONES

·         Ingerir una dieta nutritiva con una ingesta adecuada de calcio como lácteos y cereales.

·         Evitar la desnutrición proteica y la desnutrición.

·         Mantener un suministro adecuado de vitamina D, frutos secos y legumbres, espinacas y brócoli.

·         Participar en actividad física regular.

·         Evitar los efectos del tabaquismo pasivo.

·         Evitar beber en exceso.

PARA SABER MÁS

·         Se estima que un aumento del 10 por ciento de la masa ósea máxima en los niños reduce el riesgo de una fractura osteoporótica durante la vida adulta en un 50%.

·         La masa ósea adquirida durante la juventud es un determinante importante del riesgo de fractura osteoporótica durante la vida adulta. Cuanto mayor es el pico de masa ósea, menor es el riesgo de osteoporosis.

·         Los consejos nutricionales y de estilo de vida para desarrollar huesos fuertes en la juventud son igualmente aplicables a los adultos.