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Captura Metropolicía a hombre por partición de arma en Tlaquepaque
GUADALAJARA, Jal., 3 de abril de 2020.- El coronavirus es un problema epidemiológico de grandes proporciones y muy peligroso para gran parte de la humanidad, sin embargo, también se están presentando daños colaterales en la esfera emocional en algunas familias mexicanas, que presentan cuadros severos de paranoia. «Es natural que estemos experimentando muchos temores dada la complejidad de la situación. El problema surge cuando las personas sanas, o que no padecen el virus, se comienzan a paralizar debido a un exceso de miedo, porque perciben que son más susceptibles a infectarse y es entonces cuando pueden padecer algunos episodios de terror, el cual puede ‘contagiar’ a los demás familiares», explica la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
«Partimos de que la epidemia es un hecho innegable como también lo es el hecho de que si tomamos las medidas de precaución que recomiendan las autoridades sanitarias, las posibilidades de contagio se pueden reducir. No obstante, por la etapa en que estamos, Emergencia Sanitaria a nivel nacional, un determinado grupo de personas, podría experimentar una fobia a morir por el virus, donde los temores reales se transformen en un terror paralizante. Las personas comienzan a padecer una intensa depresión o pesimismo desmedido, rabia y un sentimiento de persecución incesante, por el cual piensan que en cualquier momento podrían ser contagiados por el coronavirus y por ende, morir», sostuvo la especialista.
Acorde a este planteamiento, las especialistas del CEEPI explicaron que estos temores desmedidos se presentan en personas que tienen las siguientes características:
Asimismo, la Dra. Sotelo Arias precisó que la conducta paranoica puede «contagiar» a los niños y generar trastornos emocionales como ansiedad, insomnio, depresión y la sensación persistente de que algunos de sus padres o seres queridos o ellos mismos, pueden perder la vida en cualquier momento sin importar las medidas sanitarias que empleen: «La obsesión puede contagiarse y en lugar de tratar de sobrellevar el cuarentena de una forma más afectiva, con actividades lúdicas, y tratando de disfrutar en la medida de lo posible, las familias pueden convertir su hogar en una trinchera donde la posibilidad de contagio se puede dar en todo momento: eso es desgasta y termina por angustiar también a los niños», dijo.
Para concluir la especialista explicó que en estos momentos es hora de tomar las cosas con cautela. «Las personas que están experimentando la otra ‘epidemia’, la emocional, las invitamos a que guarden tranquilidad. La humanidad ha pasado por situaciones similares a lo largo de su historia y siempre hemos salido adelante. Si este síntoma, el emocional es ingobernable, lo mejor sería acudir con un especialista porque lo más probable es que la paranoia sea un síntoma más de una enfermedad emocional que la epidemia ha potenciado», concluyo.
Algunos consejos para conservar la tranquilidad en familia: