Según un comunicado, los estudios más actualizados señalan que su actividad en el aula y el acompañamiento a sus alumnos explica algunos de los cambios en los logros de aprendizaje de los estudiantes.
De las diversas investigaciones realizadas sobre este tema, se puede establecer que un maestro excelente:
- Tiene conocimiento pedagógico de los contenidos (es decir, se trata de un maestro que organiza y utiliza el conocimiento que tienen sobre su asignatura, mediante procesos de enseñanza más adecuados a la disciplina específica).
- Guía el aprendizaje a través de interacciones deseables dentro del salón (creando ambientes de aula propicios para el aprendizaje, dónde se impulsa constantemente a los estudiantes y se establece como conducta sistemática el compromiso por aprender).
- Monitorea el aprendizaje y provee retroalimentación a los estudiantes sobre los aprendizajes y competencias que van desarrollando.
- Tiene una influencia positiva en el desempeño de los estudiantes y el desarrollo de sus competencias genéricas y disciplinares, incluyendo el desarrollo de habilidades socioemocionales.
Por esa razón, la reforma educativa estableció que es obligatorio que todo ingreso a funciones docentes se realice por concurso para que sea el mérito el criterio clave para ingresar al servicio docente; determinó apoyar a los docentes de nuevo ingreso mediante programas de tutoría; mandató que los docentes en servicio se sujetaran al menos cada 4 años a una evaluación; y dispuso el fortalecimiento de una oferta de programas de formación continua a los docentes en servicio para ampliar permanentemente sus capacidades y favorecer su dominio disciplinar y pedagógico.
La evaluación ha hecho posible transitar de un sistema opaco, arbitrario e injusto a un sistema que privilegia la dedicación personal y el esfuerzo profesional basado en derechos y obligaciones. Y en este sentido, la evaluación no debe ser vista como un fin, sino como un medio para conocer cuáles son las fortalezas y cuáles son las áreas de mejora de cada uno de los maestros.
La formación docente no sólo se vincula con la capacidad y las oportunidades de formación y desarrollo profesional al alcance, sino también de la voluntad del docente para mejorar, renovarse, cambiar y avanzar, lo que refleja su responsabilidad personal, profesional y el compromiso con su propio desarrollo profesional. Es este sentido, este modelo de formación permite la autogestión del aprendizaje y que los docentes definan su propia trayectoria formativa.
La Estrategia Nacional de Formación Profesional Docente se fundamenta en los siguientes elementos:
- El presupuesto dedicado a formación continua se ha incrementado alrededor de un 900 por ciento.
- Los cursos de formación ofertados serán gratuitos para las maestras y los maestros de educación pública.
- La oferta de formación incluirá a todos los maestros de educación pública, dando prioridad a quienes obtuvieron una calificación insuficiente en la evaluación de desempeño.
- Los cursos serán un “traje a la medida” para cada docente en función de las áreas de oportunidad detectadas a partir de las evaluaciones del Servicio Profesional Docente.
- La oferta formativa será muy variada derivada de los perfiles, parámetros e indicadores de las evaluaciones y esta oferta se irá adaptando, aumentando y diversificando conforme a las necesidades de los docentes.
- Este modelo de formación combina la modalidad a distancia y presencial, con aplicación en el aula y es modular. La combinación del aprendizaje a distancia con el presencial, tiene la gran ventaja que permite a los docentes estudiar donde y cuando lo prefieran.
- Estos cursos serán impartidos, primordialmente, a través de las universidades, tanto públicas como privadas, de mayor calidad en el país.