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GUADALAJARA, Jal., 25 de marzo de 2016.- El 100 por ciento de la población mundial en alguna etapa de su vida va a presentar algún defecto refractivo, ya sea dificultad para ver de lejos o de cerca; sin embargo, la mayoría de los pacientes que requieren corrección óptica son miopes, quienes tienen un factor de riego alto para el desprendimiento espontáneo de retina.
De acuerdo a un comunicado del Instituto Mexicano de le Seguro Social (IMSS), la miopía, también conocida como visión corta, es un defecto refractivo en el cual los pacientes no ven bien de lejos, pero ven perfectamente de cerca; esto se debe a un desajuste entre el poder de enfoque del ojo y el largo del mismo.
“Este problema no está considerado como una enfermedad; sin embargo existen varios tipos de miopía que van a determinar si se trata de un padecimiento o no; existe la miopía simple y la degenerativa, en esta última encontramos la degenerativa maligna con la cual la persona va perdiendo la vista con el paso del tiempo”, señaló el doctor Nicolás Perea Ortega, médico oftalmólogo adscrito al Hospital General Regional (HGR) No. 1 del IMSS en Querétaro.
La dioptría es la unidad de medida con la que se determina la graduación que corregirá el problema en una persona miope; es a partir de ocho dioptrías que se considera un problema degenerativo y puede llegar hasta 28; “con el paso de los años puede ir aumentando la graduación de aquellos que tienen una miopía degenerativa, sin embargo, la que es maligna, los que la tienen van perdiendo calidad en la visión, independientemente del aumento de dioptrías en su graduación, sin que esto implique que la persona pueda quedar ciega”, añadió el especialista.
La visión corta tiene un factor de herencia muy importante, de tal forma que si alguno de los papás tiene este problema, las probabilidades de que se replique en la siguiente generación son altas.
Por lo anterior, es de suma importancia que los padres estén al pendiente de la salud visual de sus hijos, ya que existen varias señales que pueden ser indicadores de miopía como, que el niño choque constantemente con objetos en el hogar o en la escuela, bajo rendimiento escolar, así como la acción de entrecerrar los ojos para enfocar adecuadamente.
Existen tres métodos para la corrección de la miopía, el más común y accesible es el uso de anteojos, seguido de los lentes de contacto, los cuales pueden recomendarse a partir de los 12 años de edad, y por último, la cirugía con láser; cada uno tiene sus indicaciones especiales y el momento en el cual se puede aplicar, en el caso de la operación, se aconseja realizarla después de los 20 años.
“Sin embargo, esta cirugía está catalogada como de tipo cosmético, además de que no todos los pacientes son candidatos; para ello, es necesario tener una graduación por debajo de las 10 dioptrías y que el grosor de la córnea lo permita”, comentó el doctor Perea Ortega; quien además agregó que este procedimiento no es definitivo, simplemente modifica el poder refractivo del ojo, mejorando significativamente la visión de la persona.
Es importante señalar que entre el 30 y 40 por ciento de los miopes tiene astigmatismo, otro defecto refractivo donde la persona tiene dificultades para enfocar bien de lejos y de cerca; este problema condiciona otros síntomas entre los cuales están la fatiga y dolor de cabeza.