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GUADALAJARA, Jal., 27 de diciembre de 2023.- Pacientes con esclerosis múltiple requieren de un diagnóstico adecuado y preciso, a fin de mejorar su calidad de vida, así lo expuso el doctor Mario Alberto Mireles Ramírez en su conferencia de Avances en medicina del diagnóstico y tratamiento de la Esclerosis Múltiple (EM).
El jefe de Investigación en Salud y neurólogo del Hospital de Especialidades, explicó que, existen criterios de McDonald para su diagnóstico, los cuales han tenido en diferentes años actualización, lo que ha generado que la identificación de la enfermedad pueda realizarse con mayor oportunidad.
Mireles Ramírez mencionó que se pueden incluir nuevos biomarcadores que permitan la optimización del diagnóstico y permitan realizarlo de forma diferencial, “como ejemplo es la resonancia magnética de nervios ópticos, la tomografía de coherencia óptica, la estandarización de la resonancia magnética, medición de neurofilamentos, entre otros”.
Señaló que, en cuanto al comportamiento de la EM es importante vigilar las recaídas que pueden presentar los pacientes, como la llamada recaída remitente.
Esta modalidad se caracteriza por períodos de déficit neurológico que incluyen pérdida de la vista, debilidad de la mitad del cuerpo, vértigo (con duración de más de 24 horas y en ausencia de fiebre o infección) con periodos de remisión.
Mireles Ramírez explicó que la meta terapéutica es prevenir las recaídas, así como la discapacidad en el paciente.
Se destacó también que más de un 70 por ciento de los pacientes en algún momento tendrán déficit neurológico, que también debe evaluarse y ajustarse el tratamiento farmacológico en caso necesario.
Mireles Ramírez indicó que es importante conocer y comprender el largo periodo prodrómico que se presenta en los pacientes con EM, en el que aparecen indicadores de la enfermedad antes de que se produzcan síntomas significativos.
Añadió que, la incorporación de intervenciones cognitivas y las recomendaciones en cuanto a los estilos de vida, además de comorbilidades que no son neurológicas, entre las que mencionó al tabaquismo, la obesidad o la deficiencia de vitamina D, pudieran incrementar la expectativa de vida de los pacientes y potencializar los resultados del tratamiento.
Recordó que, la EM es una enfermedad crónica del sistema nervioso, que por lo regular afecta principalmente a personas jóvenes entre 18 y 40 años en edad, de ahí la importancia de diagnosticarla a tiempo para generar oportunidad de establecer tratamientos adecuados que eviten o retrasen la discapacidad en el paciente , incrementado así, su calidad de vida.