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GUADALAJARA, Jal., 27 de julio de 2021.- La gimnasta Simone Biles ha puesto los reflectores sobre un tema poco tomado en cuenta: la enorme presión que cargan sobre sus hombros los atletas de alto rendimiento, en especial la grandes figuras. El mundo entero se sorprendió cuando la estadounidense decidió retirarse de la Final del all-around por equipos. Su país no pudo defender el título y el Comité Olímpico Ruso se colgó el oro.
En términos deportivos, el resultado sería sorpresivo por sí mismo, pero los ojos del planeta se volcaron hacia la historia de la súper estrella. La Federación Estadounidense de Gimnasia argumentó problemas médicos. Muchos pensaron que se trataba de una lesión. Pero la propia Simone Biles, en un acto lleno de valentía, confesó que su retirada de la Final fue por “salud mental”. La presión fue demasiada.
Durante la primera rotación, en la prueba de salto, la estadounidense falló en su primer salto. Recibió una calificación baja para los estándares que maneja. En las clasificatorias ya había tenido equivocaciones que sorprendieron al mundo. “No es lo normal en ella”. Y eso, normalizar el éxito, ha generado una presión extraordinaria para la joven gimnasta de 24 años.
Este martes no pudo más. Tras la primera rotación, se retiró a donde nadie pudiera verla. Mientras todos se preguntaban dónde estaba, en la pantalla apareció junto a su nombre una “R”. Acababa de retirarse de la competencia. “Simone se ha retirado de la competición Final por equipos debido a un problema médico. Será evaluada diariamente para determinar la autorización médica para futuras competiciones”, dijo la Federación.
Después de conseguir cinco medallas en Río de Janeiro 2016, cuatro de ellas doradas, Simone Biles llegó a Tokio con la “obligación” de ser la estrella que todos querían que fuera. De ella se esperaban récords. Que se convirtiera en la máxima figura en la historia de la gimnasia. Por eso, su imagen fue portada de cientos de medios alrededor del mundo. Demasiada presión.
Tras la competencia, en la que sumó una plata a su historial, confesó que no estaba lesionada. Y puso al desnudo un problema que muchos ignoran. “Debo enfocarme en mi salud mental… el problema de salud mental es más prevalente ahora que nunca en el deporte. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, no salir a hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, dijo la joven gimnasta estadounidense.
Simone Biles tenía la posibilidad en estos Juegos Olímpicos, los segundos para ella, de sumar hasta seis medallas de oro. Si las ganaba todas, llegaría a 10 en su carrera y superaría el récord de la rusa Larisa Latynina, que tiene nueve en tres ediciones de esta competencia (Melbourne 1956, Roma 1960 y Tokio 1964). Eso es lo que el mundo esperaba de ella, cargándole un peso extra al natural deseo de triunfo.
«No pasa nada por dejar pasar una competencia de vez en cuando para centrarte en ti misma».
Simone Biles
Y eso la hizo estallar. En la rueda de prensa, tranquila, continuó su explicación. “Creo que hay que priorizar la salud mental porque de lo contrario no vas a disfrutar del deporte y no vas a tener éxito. No pasa nada por dejar pasar una competencia de vez en cuando para centrarte en ti misma. Eso demuestra lo competitivo que eres, en lugar de seguir luchando contra ello”, añadió Simone Biles.
“Nunca me había sentido así en una competición, he intentado salir a pasármelo bien, en el calentamiento no me sentía mal, pero una vez que he salido a la pista, he visto que mentalmente no estaba preparada, así que dejé que ellas se encargaran del resto y me he centrado en mí misma. Normalmente no digo este tipo de cosas porque lucho contra ello y sigo adelante, pero no quería costarle la medalla al equipo”, prosiguió.
“Mis compañeras vieron que iba en serio y me acompañaron. Tenía a la gente apropiada alrededor para poder hacer algo así. Ha sido una semana difícil, todo el proceso olímpico ha sido complicado, ha sido un año difícil. Hay muchos factores distintos y creo que estamos demasiado estresados. Deberíamos salir a pasarlo bien, pero eso no siempre es así”, aseguró.
“Ahora tengo que centrarme en mi salud mental. Ya no confío en mí tanto, quizá me esté haciendo mayor. No sólo somos deportistas. Al final del día somos personas y a veces tenemos que dar un paso atrás. Y creo que hablar, decirlo todo, ayuda. Estamos en algo tan grande, son los Juegos Olímpicos, que so no estás al 100 o al 120 por ciento al final del día te tienen que sacar en camilla, porque acabarás haciéndote daño a ti misma”, finalizó Simone Biles.